«Proposiciones» del Sínodo sobre la Eucaristía (1-50)

Proposición 44

Eucaristía y enfermos

Consideramos de primera importancia favorecer la celebración eucarística para los enfermos, mediante una catequesis adecuada sobre la activa participación en la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Un significado especial de la Eucaristía, como cumbre de la vida cristiana, encierra su recepción como santo Viático. Dado que abre al enfermo la plenitud pascual, se recomienda intensificar su práctica.

En especial se pide que se asegure la comunión eucarística a las personas con minusvalía mental, bautizadas y confirmadas: éstas reciben la comunión en la fe de la familia y de la comunidad que les acompaña.

La imposibilidad de conocer la sensibilidad efectiva propia de ciertos tipos de enfermos no es una razón suficiente para no darles todos los apoyos sacramentales de que dispone la Iglesia. Es importante que quienes sufren por minusvalía puedan ser reconocidos como miembros de la Iglesia a todos los efectos y tengan en ella su justo lugar.

Es deseable, además, que la funcionalidad arquitectónica de las iglesias facilite su participación en las celebraciones.

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