«Proposiciones» del Sínodo sobre la Eucaristía (1-50)

Proposición 35

La recepción de la santa Comunión

En nuestra sociedad plural y multicultural, conviene que el significado de la santa Comunión se explique también a los no bautizados o a otras personas pertenecientes a Iglesias y a comunidades no católicas, presentes en la santa Misa con motivo, por ejemplo, de bautismos, confirmaciones, primeras comuniones, bodas, funerales.

En muchas metrópolis y ciudades, sobre todo ricas en arte, asisten con frecuencia a la Eucaristía visitantes de otras religiones y confesiones, y no creyentes.

Se debe explicar a estas personas, de manera delicada pero clara, que la no admisión a la santa Comunión no significa una falta de estima. También los fieles católicos que, permanentemente u ocasionalmente, no cumplen los requisitos necesarios, deben tomar conciencia de que la celebración de la santa misa, incluso sin la participación personal en la Comunión sacramental, sigue siendo válida y significativa. Nadie debe tener miedo de suscitar una impresión negativa si no se acerca a la Comunión.

En algunas situaciones, es recomendable una celebración de la Palabra de Dios en lugar de la santa misa. Preocúpense los pastores de almas de conducir al mayor número posible de hombres a Cristo, el cual llama a todos hacia sí –y no sólo en la santa Comunión–, para que tengan la vida eterna.

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