«Proposiciones» del Sínodo sobre la Eucaristía (1-50)

Proposición 14

Eucaristía, catequesis y formación

La Eucaristía, «mysterium fidei», inscrito en la alianza de Dios con su pueblo, es la fuente de inspiración de toda propuesta de formación pastoral. Ésta debe presentar la íntima relación de la Eucaristía con todos los demás sacramentos, conduciendo a los hombres y mujeres de nuestro tiempo hacia una vida nueva en Cristo. Con este objetivo, habrá que desarrollar itinerarios catecumenales bien inculturados, en los que se sitúe la presentación del contenido doctrinal y la introducción en la vida espiritual, moral, y en el compromiso social.

Todo el pueblo de Dios –obispos y párrocos, según su responsabilidad específica– debe implicarse en esta formación permanente promovida en cada Iglesia particular, especialmente los fieles que actúan en las parroquias y en las comunidades, como los catequistas y los evangelizadores.
A los seminaristas especialmente se dará una sólida formación sobre los fundamentos teológicos, litúrgicos y pastorales de una auténtica espiritualidad eucarística. Éstos deben comprender lo mejor posible el sentido de cada norma litúrgica.

Las parroquias y las pequeñas comunidades que forman parte de ellas deben ser escuelas de mistagogía eucarística. En este contexto, se buscará la cooperación de las comunidades de vida consagrada, de los movimientos y de los grupos que revalorizan, según sus propios carismas, la formación cristiana.

En el marco de la nueva evangelización, reconocemos la necesidad de desarrollar nuevas formas de catequesis adecuadas a las diversas situaciones y culturas. En este contexto, el Catecismo de la Iglesia Católica y las recientes enseñanzas del Magisterio deberán ser puntos de referencia privilegiados.

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