Proposición 43
Espiritualidad eucarística y santificación del mundo
La Eucaristía está en el origen de toda forma de santidad. Para desarrollar una espiritualidad eucarística profunda, es necesario que el pueblo cristiano, que da gracias por medio de la Eucaristía, sea consciente de hacerlo en nombre de toda la creación, aspirando a la santificación del mundo y trabajando por la misma. La vida cristiana encuentra en la celebración eucarística la propia senda: el propio ofrecimiento, la comunión y la solidaridad son aspectos de la «logiké latreia» (Cf. Romanos 12,1).
La promoción de la participación diaria en la celebración de la santa Misa es, en los ritos latinos, un medio eficaz de desarrollo de esta espiritualidad, núcleo de la vida familiar, profesional, social y política.
El ofrecimiento diario (enseñado por ejemplo en el Apostolado de la Oración, practicado por millones de católicos de todo el mundo) puede ayudar a cada uno a convertirse en «figura eucarística» siguiendo el ejemplo de María, uniendo la propia vida a la de Cristo que se ofrece por la humanidad.