Miércoles de Ceniza en la Diócesis de Urgell

La Cuaresma, camino hacia la Pascua, se inició el miércoles día 5 de marzo en toda la diócesis de Urgell, con las celebraciones del Miércoles de Ceniza y con el signo de la imposición de la ceniza, como señal de arrepentimiento y conversión.

En la Catedral de Santa María de Urgell, por la mañana, el Obispo Coadjutor de Urgell, Mons. Josep Lluís Serrano, presidió la celebración eucarística concelebrada por el Vicario General y Rector de la Parroquia, Mn. Ignasi Navarri.

En su homilía, el Obispo Serrano explicó a los fieles cómo con el signo penitencial de la ceniza en la cabeza se iniciaba la peregrinación anual de la Santa Cuaresma, en la fe y la esperanza subrayando que este año la Cuaresma era Jubilar en medio del Año Santo. El Obispo Josep Lluís animó a los fieles a reflexionar sobre el caminar juntos con esperanza y descubrir los llamamientos a la misericordia de Dios que nos acompaña todos, ya sea de manera personal o comunitaria. Y destacó tres elementos: caminar-ayuno (la Cuaresma es un tiempo para saberse peregrinos en la vida, ver la caducidad de la vida y contemplar todo el bien que el Señor ha hecho, hace y hará en nuestra existencia). El pueblo de Israel hizo un largo camino para llegar de la esclavitud de Egipto a la Tierra Prometida, una imagen de nuestro caminar. El segundo aspecto que destacó Mons. Serrano fue la limosna: la Cuaresma nos prepara para celebrar el misterio Pascual de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, y este caminar lo hacemos como discípulos, no podemos caminar solos por la vida, lo hacemos en comunión, en familia, en el trabajo, en la residencias… y por eso animó a salir de nosotros mismos y buscar a quienes nos necesita. Finalmente, destacó el tercer elemento clave: la oración con esperanza, una esperanza que no defrauda (Rm 5,5): necesitamos confiar en Dios y en su gran promesa, la vida eterna.

Por la noche el Arzobispo de Urgell, Mons. Joan-Enric Vives, presidió la Misa en la Catedral, y asistieron los Vicarios y los Canónigos de la ciudad de La Seu d’Urgell. Mons. Vives inició la celebración animando a la comunidad cristiana a rezar por la pronta recuperación y la salud del Papa Francisco. En su homilía glosó el Mensaje del Papa para esta Cuaresma: “Caminemos juntos en la esperanza”. El Arzobispo destacó cómo este elemento de andar es importante: ¿estamos en camino o nos encontramos paralizados, con miedos y sin esperanza?. Y animó a hacer un ejercicio cuaresmal: confrontarnos con alguna realidad concreta de algún migrante o persona sufriente, anciana, dejando que nos interpele. En segundo lugar, destacó que este caminar debemos hacerlo «juntos». No podemos ser viajeros solitarios sino que Dios debe impulsarnos a salir de nosotros mismos e ir a Dios y a los hermanos. Finalmente, subrayó la importancia de la esperanza que debe ser el horizonte del camino cuaresmal: la victoria pascual. Hay que acoger la recomendación del salmista: “No olvide las obras del Señor”, fuente de esperanza. También recordó los grandes 3 caminos concretos de la Cuaresma: la oración, la limosna y el ayuno y animando a los fieles a recibir el perdón y la misericordia de Dios en el sacramento de la reconciliación.

El Decano del Capítulo, M.I. Mn. Benigne Marquès, impuso al Arzobispo la ceniza, el primero, según prevé el Ceremonial de Obispos.

Compartir