El día 28 de marzo de 2022, en la Casa del Obispado de La Seu d’Urgell y en el Seminario, tuvo lugar la primera reunión constitutiva del renovado Consejo Presbiteral de Urgell, después de las elecciones pertinentes de los presbíteros en las tres circunscripciones, más el representante de los presbíteros religiosos, los presbíteros que lo son por razón del cargo y los designados libremente por el sr. Arzobispo. Presidió la reunión el Arzobispo acompañado de sus Vicarios.
Después de la oración de la Hora Menor, Mons. Vives dio la bienvenida a los nuevos Consejeros subrayando el valor del Consejo de Presbiterio, como el órgano consultivo por excelencia emanado del Concilio Vaticano II que debe ser como el senado del Obispo, en representación del presbiterio, con la misión de ayudar al Obispo en el gobierno de la Diócesis según la norma del derecho, a fin de proveer al máximo al bien pastoral de la porción del pueblo de Dios que le ha sido encomendada (canon 495 § 1). Organismo a ser justamente valorado en ese momento de vivencia del Sínodo sobre la sinodalidad.
A continuación, Mons. Vives compartió con los Consejeros algunas cuestiones importantes de la vida de la Diócesis: el estado de salud de algunos presbíteros enfermos, la entrada al seminario diocesano de dos nuevos seminaristas, la reestructuración de personal de los servicios de la Curia diocesana o las recientes informaciones recibidas de la Conferencia Episcopal Española sobre la auditoría en lo que respecta a la protección de los menores en el ámbito eclesial.
Acto seguido los Consejeros rezaron unidos la Profesión de Fe y tomaron posesión de su oficio realizando el prescriptivo juramento de fidelidad.
Posteriormente tuvo lugar la elección del Secretario y de los Secretarios adjuntos del Consejo de Presbiterio. Resultaron escogidos Mn. David Codina, como Secretario, y Mn. Emili Villegas y Mn. Jaume Mayoral como Secretarios adjuntos.
A continuación tuvo lugar la designación de los Rectores Consultores a propuesta del sr. Arzobispo según lo prescrito en el canon 1.742 del Código de Derecho canónico resultante designados Mn. Antoni Ballester, Mn. Jaume Mayoral y Mn. Josep Uriel Álvarez.
Un punto importante y central de la reunión fue el trabajo del Consejo sobre el cuestionario del Sínodo, que los Consejeros trabajaron divididos en dos grupos. Trataron especialmente el punto de la autoridad y participación.
Por último, Mn. Jaume Mayoral, Delegado episcopal de Cáritas Urgell, informó a los Consejeros sobre el trabajo que Cáritas Urgell está llevando a cabo para dar respuesta a la crisis humanitaria como consecuencia de la guerra en Ucrania con las ayudas directas que Cáritas está aportando a lo largo de todo el territorio diocesano, así como la recogida de dinero en una campaña especial que ya ha recogido 40.000 euros. Mn. Mayoral insistió en la necesidad de apoyar a Cáritas Ucrania, y las Cáritas de los países vecinos, que trabajan sobre el terreno acogiendo a muchas personas que no han huido del país y destacó como el trabajo de Cáritas Urgell para con Ucrania y los refugiados ha hecho sin dejar de atender a las muchas familias que todavía están viviendo las consecuencias de la crisis económica provocada por la pandemia del cóvido19. También Mn. Ramon Sàrries explicó lo que similarmente se está haciendo en Cáritas Nacional Andorrana.
Una de las actividades que el Consejo Presbiteral lleva a cabo como signo de la máxima comunión presbiteral es la celebración de la Eucaristía presidida por el Arzobispo Joan-Enric en la iglesia del seminario diocesano y concelebrada por todos los Consejeros. El Arzobispo en su homilía glosó la importancia teológica de los presbíteros que, cooperando con el Obispo, unidos a su pastor, y reunidos por él en el Espíritu Santo por medio del Evangelio y la Eucaristía, constituyen una Iglesia particular, una Diócesis (cf. Conc. Vat. II, Decreto Christus Dominus n. 11 y canon 369 del CDC). Glosando las lecturas proclamadas en ese día recordó cómo el tercer Isaías quiere infundir esperanza a pesar de que el Pueblo de Israel crea que no hay salida y que todo está perdido (“crearé un cielo nuevo y una tierra nueva”) y animó a los presbíteros a confiar siempre en la palabra poderosa de Dios y en el río del Espíritu Santo que lleva y enriquece a la Iglesia concreta, tal y como lo hizo el funcionario real que tenía el hijo enfermo del Evangelio (Jn 4,43-54) que creyó en Jesús sin pedirle signos extraordinarios. Se dejó llevar por la confianza, tal y como los cristianos y especialmente los ministros debemos hacerlo hoy.
Un almuerzo de hermandad con diversas informaciones y la sugerencia de cuestiones a tratar por parte de los Consejeros cerró la primera reunión. Está previsto que la próxima reunión tenga lugar el lunes 20 de junio en La Seu d’Urgell.