Receso y encuentro navideño de los sacerdotes y diáconos en Balaguer

El día 17 de diciembre en el Santuario del Santo Cristo de Balaguer, y como ya es una hermosa tradición cerca de la Navidad, tuvo lugar el retiro de Adviento-Navidad de la familia presbiteral y diaconal de la Diócesis de Urgell, con el arzobispo Joan-Enric.

Después de aportar las informaciones más relevantes sobre el presbiterio diocesano, el Arzobispo ofreció una reflexión sobre «Sed santos en toda vuestra manera de vivir! (1 Pedro 1,15) «. Mons. Vives inició el receso subrayando cómo el amor de Dios reclama una vida santa (cf. Tit 2,11-12). La cuestión de la santidad (que también recibe otros nombres) es esencial al vivir sacerdotal, a la entrega del celibato, al testimonio de la vocación de servicio de todo sacerdote. El Arzobispo animó a los sacerdotes a recordar siempre en su vida las palabras que le fueron pronunciadas el día de su ordenación sacerdotal: «Recibe la ofrenda del Pueblo santo para presentarla a Dios. Considera lo que realizas e imita lo que conmemoras y conforma tu vida con el misterio de la Cruz del Señor».

En un segundo punto, profundizó en la espiritualidad del tiempo de Navidad que celebra la llegada de un Dios que nos habla desde la pobreza y la debilidad de un Niño. La Navidad nos invita a renovarnos. Posteriormente, el Arzobispo animó a los sacerdotes a vivir el Año Nuevo como un momento privilegiado para pedir perdón y esperar la renovación. Pidió a los sacerdotes que intercedieran con su oración por todo el Pueblo de Dios, por todo el mundo, porque Dios perdone nuestros pecados, cure las heridas, nos restaure y nos salve, y sobre todo nos conceda su gracia y su bendición para a renovarnos.

Subrayó la necesidad de la caridad como centro de todo (Mt 25 y Bienaventuranzas como el ADN del cristiano) y recordó como el Papa Francisco a su Exhortación Gaudete et Exultate, en el capítulo III, propone una metodología que resume con el lema de «combate, vigilancia (despiertos y confiados) y discernimiento) -título del 6º capítulo.). Finalmente, Mons. Vives, propuso a los presbíteros la Virgen María Virgen, modelo de sirvienta fiel, Madre de la Iglesia, Virgen Inmaculada. Y exhortó a los sacerdotes a ser personas de esperanza y sembrar la confianza en torno nuestro siempre en el mundo que nos toca vivir.

Tras el Retiro siguió una hora de oración y tiempo apto para celebrar el sacramento de la reconciliación. A continuación los sacerdotes concelebraron la Eucaristía y rezar por el Santo Padre Francisco en su 82º. aniversario de nacimiento. Presididos por el Arzobispo una solemne Eucaristía en el Santuario del Santo Cristo, caló en el ánimo de todos, acompañados por las RR. Clarisas. Después tuvo lugar la comida navideña de la familia sacerdotal, con canto de villancicos y atenciones a todos los mayores.

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