Misa en sufragio de Oriol Torralba y del Blanco

El día 12 de septiembre, en la iglesia de Santa María del Mar de Barcelona, tuvo lugar la Misa funeral en sufragio del alma de Oriol Torralba del Blanco (a.c.s), hijo del Dr. Francesc Torralba, Director de la Cátedra de Pensamiento cristiano del Obispado de Urgell y encargado de la formación permanente. La Eucaristía fue presidida por el Arzobispo de Urgell, Mons. Joan-Enric Vives, y concelebrada por el Obispo de Tortosa, Mons. Sergi Gordo y por los obispos auxiliares de Barcelona, Mons. Javier Vilanova y David Abadias así como por el Abad de Poblet, P. Octavi Vilà. También concelebraron una gran cantidad de presbíteros y diáconos, algunos de Urgell, que quisieron acompañar al Dr. Torralba y su esposa Mª Carme y las 3 hijas en el luto. Santa Maria del Mar se llenó a rebosar de amigos y de fieles de diversas instituciones vinculadas a la familia. También se hicieron presentes las Autoridades encabezadas por los Consejeros de Interior y Derechos Sociales de la Generalitat de Catalunya. Los padres de Oriol, Francisco y Mª Carme, así como sus hermanas, Anna, Mireia, y Núria, presidían el duelo junto con Andrea, la prometida de Oriol.

Al iniciarse la celebración eucarística el Rector de Santa María del Mar, Mn. Salvador Pié, dirigió unas palabras de bienvenida a los fieles y excusó la ausencia del Cardenal Arzobispo de Barcelona, Cardenal Joan Josep Omella, que debía estar en Madrid.

En su homilía el Arzobispo Joan-Enric subrayó cómo ante una muerte súbita y traumática como la de Oriol, con 26 años, por accidente de montaña, no hay palabras humanas para describir y acompañar el luto de la familia que llora la muerte de una persona amada. Pero los cristianos ante la ausencia de palabras humanas acudimos a la Palabra, la Palabra de Dios, Jesucristo, el Hijo de Dios. Por eso en medio del dolor y la tristeza, el Arzobispo alabó el testimonio de serenidad y de fe que la familia está dando en estos momentos.

Las lecturas de la Palabra de Dios proclamadas fueron escogidas por los padres de Oriol y son las que les acompañaron en varios momentos de su vida matrimonial y familiar. La primera lectura, del libro de Cohelet, muestra cómo el hombre no es nada ante la inmensidad de Dios y cómo Dios siempre es más que lo que podamos pensar o decir de él y cómo su inmensidad y sus designios se escapan a nuestros planes y razones. Ante la inmensidad y grandeza de Dios no podemos sino restar en silencio y admirarnos del amor de Dios que nunca nos deja. Y el Evangelio proclamado de las Bienaventuranzas de Mateo presentan el rostro de Jesús en una de las páginas más bellas de la literatura universal, como Mahatma Gandhi subrayó. Son expresión de la bienaventuranza a la que aspiramos, y nos atraen a una vida de misericordia y paz. Finalmente, el Arzobispo leyó un emotivo poema de Holland sobre la esperanza y la fe en la resurrección porque simplemente nuestros seres queridos no están muertos, sino que viven y nos esperan «al otro lado del camino».

Al final de la Misa los padres de Oriol dirigieron unas sentidas palabras de agradecimiento a los fieles presentes subrayando el valor de la fe para vivir el duelo en estos momentos y subrayando algunos de los rasgos característicos de la personalidad tan completa de su hijo Oriol.

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