La imagen peregrina de la Virgen de Fátima continúa su recorrido por las parroquias del Principado de Andorra, acogida con emoción por la comunidad portuguesa y por muchos otros fieles del país. En cada templo parroquial, su presencia se convierte en un momento de oración y comunión, marcado por la participación en la celebración eucarística y por el recuerdo de las 13 apariciones de la Virgen. Próximamente serán las iglesias de Santa Eulalia de Encamp y Sant Julià y Sant Germà de San Julián de Loria las que acogerán la imagen, los días 9 y 16 de noviembre, respectivamente, poniendo punto final a esta peregrinación de fe y devoción por las siete parroquias del Principado.
La iglesia de Sant Pere Màrtir de Escaldes-Engordany se llenó con más de doscientos fieles que celebraron, el domingo 19 de octubre, la eucaristía con la imagen peregrina de la Virgen de Fátima, presidida por el rector de la parroquia, Mn. Toni Elvira, y concelebrada por Mn. Jaume Soy y el P. Albano Nogueira, vicario de La Massana. Entre los fieles se encontraban miembros de la Cofradía de la Virgen de Fátima y el Cónsul de Portugal en Andorra, Sr. Duarte Pinto da Rocha.
En su homilía, coincidiendo con la jornada del DOMUND, Mn. Toni Elvira invitó a redescubrir la vocación misionera que nace del bautismo. Como María, dijo, todos estamos llamados a llevar a Jesús al mundo y a anunciar con alegría el Evangelio en la familia, la parroquia y la vida cotidiana. Evangelizar, recordó, es tarea de todo el Pueblo de Dios, fruto del encuentro personal con Cristo, que no podemos guardar solo para nosotros. Subrayó también la importancia de mantener viva la relación con el Señor mediante la oración y los sacramentos. La Palabra de Dios de ese domingo recordaba, dijo, que hay que orar con constancia y sin desfallecer, ya que la oración comunitaria nos sostiene en medio de las luchas diarias y nos da fuerza para vivir la fe y compartirla con los demás.
La iglesia de Sant Esteve de Andorra la Vella acogió el sábado 12 de octubre la visita de la imagen peregrina de la Virgen de Fátima, que entró en procesión al templo portada por los fieles de la comunidad portuguesa. La eucaristía fue presidida por Mn. Ramon Sàrries, Arcipreste de los Valles de Andorra, concelebrada por el P. Anto Pallikunnen y asistida por el seminarista Carlos Rosas. La iglesia parroquial se llenó por completo, evidenciando la profunda devoción que la Virgen de Fátima suscita entre los portugueses residentes en el país, quienes la veneran como referente espiritual y signo de protección.
La iglesia de Sant Corneli y Sant Cebrià de Ordino acogió, la tarde del viernes 17 de octubre, la visita de la Virgen de Fátima peregrina. Dos miembros de la Cofradía de la Virgen de Fátima la entronizaron en el altar mayor. Acompañados de cinco feligreses, participaron en la eucaristía del viernes, memoria de San Ignacio de Antioquía: una acogida humilde, pero plena de devoción y compromiso. La imagen permaneció en la iglesia hasta finalizar la misa vespertina del sábado 18 de octubre.
El día 18 de octubre se rezó el rosario por la tarde, y a continuación concelebraron la eucaristía Mn. Albano Nogueira y Mn. Joan Fenosa, rector de Ordino, con la sencillez que María pedía a los tres pastorcitos, según relata Mn. Joan Fenosa:
«A veces… las personas proponemos y no sale como planeamos en nuestras vidas. Mientras Nuestra Señora de Fátima nos acompañaba y muchos turistas visitaban y rezaban a la Virgen, junto con miembros de la Cofradía que acompañaban con devoción a Nuestra Señora, un grupo de jóvenes voluntarios de la Orden de Malta trabajaba en la sala de calefacción y en el campanario de la iglesia… Oración, visita, encendido de cirios, mezcla de trabajo y oración, y el silencio que nos ayuda a ver la complejidad de nuestro tiempo. A las cinco de la tarde rezamos a la Virgen peregrina con la comunidad de habla inglesa en la lengua de Shakespeare y rezamos la oración del Año Santo.
En el silencio de la iglesia y en la calma de la tarde soleada, la sombra de la Virgen peregrina lo acompañaba en la oración personal de las Vísperas. Lo hacía en el marco de un clima respetuoso y en este momento mágico de una iglesia casi vacía, a la sombra del Misterio mariano de Fátima… fe, devoción y solidaridad con la Madre en este momento de intimidad religiosa. A las siete de la tarde comenzó el Santo Rosario con los más puntuales para la misa vespertina. A los feligreses de la parroquia se unieron los miembros de la Cofradía de Fátima y el Cónsul General de Portugal en Andorra, como un peregrino más en la esperanza de este Año Santo, peregrinando hacia la casa del Padre.
En la serenidad del atardecer ordincense, comenzó la Eucaristía entonando el Magníficat, en un templo bastante lleno donde se podía palpar la devoción comunitaria a María bajo la advocación de Fátima. Fiesta Mariana en la jornada misionera del Domund: misión, esfuerzo, superación, vivencia en comunidad que celebra, oración humilde. Se compartió el misterio de la Eucaristía en una convivencia que permite vivir con devoción la diversidad cultural, étnica y religiosa, que nos llama a vivir la fe con la esperanza de una iglesia en misión. Al finalizar la celebración se rezó la oración del Año Santo. Tras la bendición, Lourdes Pons entonó el Ave de Fátima en catalán.
Las fotografías con los miembros de la cofradía, asistentes y el Cónsul de Portugal fueron la despedida de la Virgen peregrina, mientras el autor de este relato se dirigía hacia la primera misa de niños de la catequesis de la Parroquia de Sant Iscle y Santa Victòria de La Massana.
Gracias, Virgen de Fátima, por permanecer en nuestras comunidades parroquiales. Santa María de Fátima, rogad por nosotros.»