El sábado 18 de enero tuvo lugar la toma de posesión e inicio del Ministerio como Obispo de Segovia de Mons. Jesús Vidal Chamorro, en una ceremonia solemne que tuvo lugar en la Catedral de Segovia y en la que concelebraron numerosos Cardenales, Arzobispos y Obispos, entre ellos, el Arzobispo de Urgell, Mons. Joan-Enric Vives, y el Obispo Coadjutor, Mons. Josep Lluís Serrano.
Mons. Vidal llegó a la Catedral acompañado por el Arzobispo Metropolitano de Valladolid, Mons. Luis Argüello, y el administrador apostólico de la Diócesis, Mons. César Franco. Tras acceder a la sede por la Puerta del Perdón, fue recibido por el Colegio de Consultores y el Capítulo Catedral. Tras ser presentado, besó el Lignum Crucis y los aspergió con el agua bendita. Acto seguido, procesionaron hasta la Capilla del Santísimo, donde el obispo tuvo un momento para rezar.
Una vez en el Altar Mayor, Mons. César Franco dedicó unas cariñosas palabras a su sucesor, dándole la bienvenida a su sede. «Si bella es esta catedral que nos invita a mirar arriba, infinitamente más bella es la Iglesia que el Señor confía en tu cuidado pastoral». Igualmente, el Arzobispo de Valladolid y Presidente de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Luis Argüello, le dio una cariñosa acogida.
Posteriormente, el canciller de la Diócesis leyó las Letras Apostólicas para culminar el rito de la toma de posesión con dos momentos cargados de simbología. En primer lugar, cuando Mons. Vidal toma posesión de la Cátedra, sentándose en su sede, con la mitra y el báculo. Fue en este punto cuando los fieles dedicaron un aplauso sonoro y emocionado al prelado. Acto seguido, recibió el saludo de una representación del Capítulo Catedral, el Colegio de Consultores, religiosos, religiosas y laicos de la Diócesis que le mostraron su obediencia, reverencia y cariño.
A partir de ese momento, fue Mons. Vidal quien presidió la celebración, ya como Obispo de Segovia. Tras la lectura del Evangelio, quiso empezar su homilía mostrando su agradecimiento a quienes se hicieron presentes como signo de fraternidad. Igualmente, se puso a disposición de las autoridades municipales, provinciales y autonómicas –presentes en la celebración– ofreciéndoles su «leal colaboración para construir entre todos una cultura de la vida, de la acogida y del cuidado especialmente de los más pobres».
Haciendo suyas las palabras del papa Francisco, el Obispo de Segovia quiso remacar que «el Señor acoge a su Iglesia a todo el mundo. A todos, todos, todos», pero para ello, es necesario «dejar que el Señor entre en nuestra casa, en nuestra vida y la cambie».
