400 aniversario del nacimiento del Beato Nicolás Barré (1621-2021)

El día 21 de octubre el Arzobispo de Urgell, Mons. Joan-Enric Vives, presidió en la Escuela Infant Jesús de Barcelona, ​​la Eucaristía de acción de gracias por los 400 años del nacimiento del Beato Nicolás Barré (1621-2021), fundador del Instituto de las RR. del Niño Jesús, las Damas Negras. Concelebraron con el Arzobispo, el Obispo auxiliar de Barcelona, ​​Mons. Sergi Gordo; el Delegado de los Jesuitas en Cataluña, P. Enrique Puiggròs, s.j .; Mn. Josep M. Jubany, Mn. Josep Hortet, entre otros.

Asistieron casi todas las Religiosas del Niño Jesús en Cataluña, fundadas en 1666 por Nicolás Barré y que tienen como carisma propio la educación cristiana de niños y jóvenes. Actualmente están presentes en Europa (República Checa, Francia, Irlanda, Italia, Reino Unido, España), África (Camerún, Nigeria), Asia (Japón, Malasia, Singapur, Tailandia) y América del Sur (Bolivia, Perú).

También asistieron numerosos profesores y miembros de la comunidad educativa, encabezados por el Director General Jesuitas Sant Gervasi-Escuela Infant Jesús, Sr. Francesc Moreno, y antiguos alumnos y padres de la Escuela, así como personas del Bon Pastor y Port, que quisieron hacerse presentes y sumarse a la fiesta del IV centenario del Beato Nicolás Barré y que también sirvió para agradecer todo el trabajo que las Religiosas del Niño Jesús llevaron a cabo en la Escuela hasta su traspaso a la orden de los jesuitas en 2015. 

La Eucaristía se inició con unas palabras de bienvenida de la Hna. Mireia Galobart, ExProvincial de las Religiosas del Niño Jesús y ex directora de la Escuela, quien destacó cómo «la Congregación de las Religiosas del Niño Jesús, nacieron en Francia en el siglo XVII, fundadas por Nicolás Barré. En ese momento él fue muy sensible a las necesidades de los niños y mujeres que estaban lejos de la cultura y de la formación humana y cristiana. En ese mundo de marginación descubrió en la escuela, la oportunidad de promover enseñanza y educación a los más necesitados mediante una nueva pedagogía, revolucionaria en aquel siglo, poniendo al alumno en el centro, respetando y potenciando su singularidad y acompañándolo en el crecimiento a la vez de la imagen de Dios. Para ello contó con mujeres cultas, voluntarias y arriesgadas que rompiendo esquemas de la época, abrieron una brecha en la cultura en Francia, para seguirlo. En Nicolás Barré y en estas mujeres encontramos el modelo y nuestros inicios, a los que hemos dado siempre continuidad y coherencia, adaptándose a los tiempos y circunstancias. Marcadas por el Concilio Vaticano II y las orientaciones de nuestros Capítulos generales, hemos sido llamadas y seguimos llamadas a ser mujeres de nuestro tiempo en una vida comunitaria de estilo sencillo, cordial y encarnado en el lugar donde vivimos, desde las actitudes básicas de disponibilidad y participación en la vida de las personas «.

En su homilía el Arzobispo Vives destacó la figura del Beato Nicolás Barré que primero fue fraile mínimo (1621-1686) y docente de teología en el convento de París y ya en 1647, preocupado por la falta de instrucción de los niños pobres, empezó a abrir escuelas gratuitas donde pudieran aprender primeras letras y doctrina religiosa. Empezó entonces a buscar que unas maestras posteriormente comunidad religiosa se encargaran de la dirección. En 1659, Barré fue enviado a Rouen, donde vió que el problema de la falta de educación de los niños era aún mayor. Resolvió actuar, formando una comunidad dedicada a la enseñanza. Reunió un grupo de jóvenes aristócratas que querían dedicarse y en 1662 abrieron las primeras escuelas. En 1666 formó una comunidad y les dio la regla del tercer orden de los mínimos. La comunidad fue aprobada como comunidad religiosa por el arzobispo de Rouen. En 1674 Barré abrió un seminario para la formación de las hermanas, con sede en la Rue de Saint-Maur de París: por eso las hermanas fueron conocidas como Damas de Saint-Maur. La congregación abrió escuelas también en París, el Languedoc y Aquitania. A mediados del siglo XIX, salió de Francia y abrió casas en Malasia, Singapur y Japón, además de otros lugares de Europa. En 1860 se estableció en Barcelona, ​​donde abrieron la Escuela Infant Jesús, también conocida como Escuela de las Damas Negras. Obtuvo la aprobación pontificia con el decreto de 21 de noviembre de 1866: las constituciones fueron aprobadas en 1892.

Mons. Vives quiso agradecer el trabajo de toda la Congregación que desde 1860 hasta 2015 rigió la Escuela situada en la manzana formada por las calles de Aribau, Travessera de Gracia, Alfonso XII y Avenir de Barcelona. Han sido directoras de la escuela Niño Jesús: Pilar Maynar, Asuncion Brandoly, Núria Gelpí y Mireia Galobart, todas ellas religiosas de la Congregación. Y desde el 2015, bajo la gestión de Jesuitas Educación: Joan Blasco, Josep Maria Ramon y desde 2018, el actual director Francesc Moreno. Se tuvo un recuerdo especial para las Hermanas ya traspasadas.

Al final de la Misa se cantaron los gozos a loor de Nicolás Barré, y el Obispo Sergi y los concelebrantes dijeron unas palabras de agradecimiento recordando cómo ha sido importante la Escuela en sus respectivas biografías y en los lugares pastorales donde las Religiosas han colaborado: barrios de El Buen Pastor y Puerto, Bellvitge, Mollet del Vallés, Raval y voluntariado en Centros penitenciarios y pastoral obrera.

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