La veintena de peregrinos que realizaron la travesía desde la ermita de Santa Margarida, muy cerca del Santuario de Montserrat, hasta el Santuario de la Virgen de Núria, llegaron el sábado 9 de agosto a su objetivo, con la alegría de haber cumplido el reto todos juntos y sin problemas, siendo recibidos a su llegada por el Obispo de Urgell, Mons. Josep-Lluís Serrano.
Tras recuperar fuerzas con un almuerzo compartido, los peregrinos asistieron a la celebración eucarística en el Santuario, presidida por Mons. Serrano y concelebrada por el Rector de Ribes de Freser, Mn. Santiago Isai; el Capellán Custodio, Mn. Joan Perera; y el diácono Mn. Toni Macaya, originario de Terrassa. A la celebración asistieron unas sesenta personas, entre los peregrinos, las personas que facilitaron el avituallamiento durante el trayecto y familiares, encabezados por David Aguilà, el actual presidente de los “Amics de Núria”, la entidad que organiza desde hace años esta peregrinación, que este año ha sido renovada con gente joven e incorporaciones de nuevos lugares a la ruta. La celebración fue solemnizada por el Grupo Bonanova, perteneciente a la Renovación Carismática, que apoyó al grupo durante la travesía. Al finalizar la celebración, Mons. Serrano entregó a los peregrinos el diploma que acredita su llegada a Núria y la realización del peregrinaje.
Ya en el exterior, los peregrinos, junto con el obispo y los sacerdotes, dedicaron cánticos a la Virgen para agradecer el don de la peregrinación.
Durante nueve días, el grupo recorrió lugares como la cueva de San Ignacio de Manresa, Sallent, Puig-reig, Santa María de Merlès, Puigcercós y Campdevànol, Planoles, hasta llegar al santuario de Núria.
Para los peregrinos, y tal como expresó su presidente David Aguilà, ha sido “un regalo del cielo poder celebrar la misa con él, reencontrarnos y rezar juntos”: la peregrinación no es una carrera, sino una oportunidad para saborear el camino a cámara lenta, disfrutando de la obra de Dios y creando vínculos en un clima de fraternidad.