La Fiesta de la Virgen de Meritxell, el lunes 8 de septiembre, se ha celebrado en el Santuario-Basílica de Meritxell, desde el amanecer con alegría, acogiendo a muchísimos peregrinos de las siete parroquias de los Valles de Andorra. Han asistido a las celebraciones y han venerado a la Patrona del Principado de Andorra. En la Eucaristía de media mañana, los fieles han llenado cada rincón del templo. El Obispo de Urgell y Copríncipe de Andorra, Mons. Josep-Lluís Serrano, la ha presidido por primera vez desde su nombramiento. Un poco antes, ha bendecido las réplicas de las dos campanas y la cruz de hierro que se quemaron en el incendio de 1972, en la plaza frente al antiguo santuario.
Ha sido un día festivo: a su llegada, el Obispo y Copríncipe episcopal ha sido recibido por las autoridades andorranas encabezadas por el Jefe de Gobierno de Andorra, M. I. Sr. Xavier Espot, y el Síndico General, M. I. Sr. Carles Ensenyat; el Representante del Copríncipe Episcopal, M. I. Sr. Eduard Ibáñez; el Representante del Copríncipe francés, M. I. Sr. Patrice Faure; y el Arcipreste de los Valles de Andorra, Mn. Ramon Sàrries.
A continuación, se ha llevado a cabo la bendición de las réplicas de las campanas del antiguo Santuario de Meritxell y de la cruz del santuario por el Obispo Josep-Lluís, en la plaza frente al Santuario Viejo. Las campanas son réplicas fieles de la Gaude Virgo Immaculata y la Vox Domini Sonat, destruidas en el incendio del Santuario en los años setenta y posteriormente expuestas en la muestra Meritxell Memòria. Han sido fundidas por el maestro campanero Abel Portilla con la técnica tradicional de la cera perdida y en bronce de alta calidad. Las campanas reciben los nombres de Ventura y Ramona en homenaje a los últimos rectores de la parroquia, figuras muy queridas por la comunidad. Esta acción ha sido impulsada por el Gobierno de Andorra, a través del Ministerio de Cultura, junto con el Comú de Canillo. En cuanto a la cruz, es una pieza de hierro colado idéntica a la que se rompió en ocho pedazos durante aquel mismo incendio, originaria de mediados del siglo XIX y procedente de Normandía, del pueblo de Gesn. Restaurada con un acabado fiel a las técnicas antiguas, se instalará a pocos metros de su lugar original, en un punto simbólico desde donde se domina el camino viejo de Meritxell y el claustro del Santuario actual. A este acto han estado presentes un reducido número de autoridades, incluyendo el Jefe de Gobierno, el Síndico, los presidentes del TC y el CSJ de Andorra, la Ministra de Cultura, los Representantes de los Copríncipes y el Arcipreste de los Valles, además del Rector del Santuario, Mn. Ramon Rossell.
Después de la bendición se ha celebrado la eucaristía en el nuevo Santuario-Basílica. La misa ha sido muy concurrida, con una amplia representación de autoridades andorranas, encabezadas por el Jefe de Gobierno y el Síndico General, así como los Consejeros Generales, los Cónsules de las siete Parroquias, representantes de los organismos judiciales y representantes de la sociedad andorrana. Han asistido los sacerdotes de los Valles, encabezados por el Arcipreste; el P. Juan Gabriel Arroyo ha hecho de maestro de ceremonias, y también han estado presentes los seminaristas de la diócesis, sirviendo como acólitos.
Mons. Serrano ha puesto de relieve la importancia de la vivencia de la fe, señalando que nuestra fe es un canto a la libertad y al amor entregado, en un mundo donde se priorizan otros valores líquidos que no aportan felicidad a las personas; y ha destacado que el papel de la Madre de Jesús fue el de una mujer constructora de puentes culturales.
Al finalizar la celebración, el Coro de los Pequeños Cantores, que han solemnizado la celebración con cantos de Fauré, Bach, Mozart y Morris Gray, interpretaron el himno andorrano y el canto de los Gozos de la Virgen de Meritxell, mientras el pueblo fiel se acercaba a venerar la sagrada imagen de la Virgen. Posteriormente, en el claustro grande del Santuario, fieles y autoridades han podido saludar personalmente a Mons. Serrano mientras la Cobla Moreneta iniciaba la tradicional sardana en el Claustro.
