Tarragona, 13 de octubre de 2013

Beatificació de l'Any de la Fe«Ellos han vencido por la sangre del Cordero y por el testimonio de su martirio» (Ap 12,11)

La beatificación en Tarragona de 522 mártires de la persecución religiosa durante la contienda civil española del siglo XX, nos llena de una alegría serena y profunda. Ellos dieron generosamente su vida por amor a Cristo ya su Iglesia. De forma injusta y cruel les fue arrancada la vida en la tierra, pero su sacrificio no se podía perder, ya que ellos triunfaban mientras eran occitano. Ahora son bienaventurados, cantan en el cielo la gloria del Señor, el Rey de los Mártires, reciben el reconocimiento de la Iglesia que los declara hijos escogidos y llenos de virtud, y interceden por todos nosotros, mientras continúan mostrándonos el camino estrecho de la fidelidad a Dios.

Si queremos ser firmes en la fe, necesitamos admirar la belleza del testimonio de estos mártires, que nos hará más valientes nosotros y más parecidos a Dios Padre misericordioso. Ellos perdonaron a sus verdugos, como Jesús en la Cruz, y nos enseñan a ser portadores de reconciliación y de paz. Ellos se ofrecieron como víctimas con Jesús, el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

La Iglesia de Urgell contará con 10 nuevos beatos mártires, nacidos en la fe en nuestra Diócesis y con caminos vocacionales y de servicio diferentes y enriquecedores, entre ellos un sacerdote diocesano y nueve religiosos. Ellos son luces potentes que nos indican el camino de la santidad: conozcamos los mismos y queremos los mismos. Son de nuestra familia diocesana y de la Iglesia universal: rogamos-en nuestras necesidades y honorem-en sus Parroquias de origen.

Los mártires engendrados a la fe en la Diócesis de Urgell son: Mn. Pau Segalà, presbítero diocesano de Urgell; su hermano el P. Francesc de l’Assumpció Segalà, carmelita; el P. Ramon Oromí, hijo de la Sda. Família; el P. Antoni Carmaniu, paül; el P. Robert Grau, monje de Montserrat; el P. Joan Roca, monje de Montserrat; el P. Raimon Lladós, monje de Montserrat; el germà coadjutor Sebastià Balsells, claretiano; el germà Leonci Joaquim (Joaquim) Pallerola, de les Escuelas Cristianas y el hermano Aquil·lí (Baldomer) Baró, marista.

Pidamos para nosotros la gracia de la fidelidad a Cristo, por encima de nuestras propias vidas, y alegrémonos con la alegría que viene del cielo y que los mártires transmiten.

+Joan-Enric Vives, Arquebisbe d’Urgell