Claretiano, nacido en La Fuliola, el 3 de diciembre de 1885 y martirizado camino de Tàrrega el 15 de agosto de 1936.
Tenía dos hermanos más claretianos, y él profesó como hermano coadjutor en Vic, el 19 de marzo de 1902 . Era muy alegre y devoto de la Virgen María. Su labor misionera la ejerció en las escuelas claretianas de Cervera, la Selva del Camp y Xàtiva: «Fue un maestro de escuela muy apreciado«, dijeron de él. Era espiritual, paciente, laborioso y de buen carácter. Al estallar la persecución fue a refugiarse en su pueblo natal. En la casa paterna nunca dejaba de rezar el Rosario, y con el Rosario a la mano hizo el camino del martirio.
El día 15 de agosto de 1936, fiesta de la Asunción, a las tres de la madrugada, ocho milicianos llamaron con furia a la puerta de su casa y le hicieron subir en un coche diciendo que le llevarían al Comité de Tárrega. El Hno. Sebastià subió al coche y empezó a desgranar el Rosario: «Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros… ahora y en la hora de nuestra muerte«. Una vez hubieron bajado todos del coche camino de Tàrrega, los milicianos ataron al Hermano a la cepa de un árbol y en el negro silencio de la noche resonaron ocho disparos que dejaron al buen Hermano sin vida y luego quemaron su cuerpo.