Urgell participa en el Encuentro de Primer Anuncio en Madrid

El sábado 9 de marzo, se celebró una jornada del Apostolado Seglar de Catalunya bajo el título: «Primer anuncio: pueblo de Dios unido en la misión». En el encuentro, que se realizó en el Seminario de Tarragona participaron laicos de todas las diócesis con sede en Cataluña acompañados por el Arzobispo de Tarragona, Mons. Joan Planellas, el Obispo de Tortosa, Mons. Sergi Gordo y el Obispo de Lleida, Mons. Salvador Giménez. Nuestro obispado fue representado por un grupo de seis personas con el Vicario para la acción pastoral, Mn. Toni Elvira.

En el saludo inicial, el arzobispo Mons. Planellas puso en valor la presencia de los laicos como agentes evangelizadores en la vida cotidiana.

A continuación, el presidente de la Comisión Interdiocesana del Apostolado Seglar de Catalunya, Mons. Sergi Gordo, citando al Papa Francisco, recordó que es la hora de los laicos, que enviados en medio del mundo, con la fuerza del Espíritu, tienen la capacidad de transformar todas las realidades para que se conviertan en el sueño de Dios hecho realidad.

El presbítero Luis Manuel Romero, Director del Secretariado de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida de la CEE, también presente en este encuentro, repasó los pasos dados en los últimos años en el conjunto de la Iglesia Española. Es el momento -dijo- de la comunión, de la sinodalidad, de sentirnos todos partícipes y corresponsables de la vida y misión de la Iglesia.

El Dr. Josep Otón, profesor del Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Barcelona, en su ponencia, hizo una síntesis muy cuidadosa de los puntos clave tratados en el reciente Encuentro de Laicos sobre Primer Anuncio celebrado el pasado mes de febrero en Madrid.

Precisamente, algunos de los laicos que participaron en este encuentro a nivel estatal, transmitieron una pequeña cata de la experiencia vivida en Madrid. Lo hicieron a través de cuatro talleres: Comunidad y conversión pastoral, Vida cotidiana, Procesos formativos y Acompañamiento.

Concluyó la jornada con la celebración de la Eucaristía, en la capilla del Seminario, y con una comida de hermandad en el claustro.

Por la tarde, después de comer, se hizo una visita a los nuevos espacios arqueológicos de la Catedral y del Museo Diocesano.

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