El día 21 de marzo, en la Cueva de Manresa (Diócesis de Vic), tuvo lugar la 2ª Jornada de formación permanente del curso 2021-2022 para presbíteros y diáconos de Urgell. Fue una peregrinación ignaciana en la que participaron una treintena de presbíteros y diáconos presididos por el Arzobispo Joan-Enric y los Vicarios Generales y Episcopal.
Con motivo del Año Jubilar Ignaciano, en 2022, Manresa celebra el 500 aniversario de la estancia de Ignacio de Loyola en la ciudad, donde vivió una fuerte experiencia mística solidaria con los pobres. Con esta efeméride se quiere potenciar la atracción que Manresa ha tenido a lo largo del medio milenio como cuna de las espiritualidades ignacianas (religiosas y seglares) y de toda la obra cultural, social y pedagógica que se deriva.
La Jornada se inició con una documentada conferencia a cargo del P. David Guindulain, s.j. sobre «el examen como herramienta de relectura del paso de Dios: san Ignacio de Loyola y Montserrat». El P. Guindulain presentó los principales rasgos de la biografía de San Ignacio de Loyola y profundizó en el examen de conciencia y los 5 pasos que le caracterizan: 1. Dar gracias a Dios; 2. Pedir la gracia de la luz y el coraje; 3. Examinar la jornada; 4. Dolerse del mal cometido y 5. Propósito de enmienda. El P. Guindulain subrayó como el punto de partida, el primer paso, para San Ignacio, era el agradecimiento por todo lo que Dios hace en nosotros y que ha configurado nuestra propia historia de salvación, a través de las mediaciones que Dios ha puesto en el camino de nuestra vida. Un diálogo entre los participantes en la Jornada y el ponente, concluyó esta primera conferencia.
A continuación los presbíteros y diáconos celebraron juntos la Eucaristía en la iglesia grande de la Cueva presidida por el Arzobispo Joan-Enric. En su homilía, glosando las lecturas de la Palabra de Dios proclamadas en ese día, el Arzobispo animó a dejar atrás nuestros orgullos y prejuicios, como Naamán, y fiarnos de la Palabra poderosa y transformadora de Dios, que nos pide seguirle con humildad en el ejercicio de la caridad pastoral del ministerio, ejerciendo la paternidad espiritual sobre la comunidad. Hay que mantener siempre vivo el espíritu profético a imitación de Jesús, como apóstoles suyos, aunque “ningún profeta sea bien recibido en su país natal” y perseverar en la entrega generosa hacia el pueblo de Dios que nos ha sido encomendado puesto que todos necesitamos «mediadores» que nos lleven hacia Jesucristo.
Tras el almuerzo de hermandad, el P. Lluís Magriñà, s.j. ofreció una visita guiada a la Cueva y a los mosaicos recién inaugurados realizados por el P. Marko Rupnik s.j. Los mosaicos del prestigioso artista esloveno Marko Rupnik, conocido como el ‘Miguel Ángel del siglo XXI’, fueron creados para decorar las ocho capillas laterales de la iglesia de la Cueva de Manresa dentro de la conmemoración, en el año 2022, de los 500 años de la llegada de San Ignacio a Manresa y los 400 de su canonización. Las escenas se basan en las cuatro semanas de los ‘Ejercicios Espirituales’, que escribió san Ignacio durante su estancia en la capital del Bages, en 1522. En la Cueva se tuvo un momento de oración.
Para terminar la Jornada, en la Sala San Ignacio de la Casa de Ejercicios, el Arzobispo ofreció una serie de informaciones a los presbíteros y diáconos sobre el estado de salud de algunos compañeros presbíteros, la respuesta a la crisis de los refugiados por la guerra de Ucrania que la Diócesis está dando, las recientes renovaciones en el Consejo de Presbiterio y Arciprestes y las actividades futuras previstas como la Jornada sacerdotal del Lunes Santo, entre otras.
Un bello día de peregrinación espiritual, convivencia y fraternidad sacerdotal para profundizar en la misión de la Compañía de Jesús y en la figura de San Ignacio de Loyola, que ha sido un referente y un gran maestro de espiritualidad.