Señor, tú nos dijiste que rogásemos al Señor
de la mies que mandase trabajadores a su mies,
porque es mucho lo que hay que hacer
y son pocos los que quieren entregar su vida
al servicio del anuncio de tu Persona y de tu mensaje.
CONCÉDENOS PASTORES generosos,
que empeñen su vida
en el cumplimiento de esta misión.
CONCÉDENOS PASTORES, según tu corazón,
que, desde su palabra y con su testimonio,
ayuden a descubrir a otros
que el anuncio del Evangelio
llena plenamente su vida.
DANOS PASTORES comprometidos,
que se entreguen,
para dar a conocer tu Persona
y tu mensaje al mundo entero.
DANOS PASTORES que, animados por ti,
sean verdaderos animadores de la fe en los demás
y testigos de tu presencia en el mundo