El Arzobispo de Urgell y Copríncipe de Andorra, Mons. Joan-Enric Vives, ha impuesto este sábado, día 13 de enero, la alta distinción pontificia de la Cruz “Pro Ecclesia et Pontifice”, que el Santo Padre Francisco ha concedido al Sacerdote de Su Santidad Rev. Mons. Josep M. Mauri Prior, ex Representante personal del Copríncipe Episcopal y Vicario General del Obispado, y al Sr. Josep Casanova i Obiols, Director voluntario de Cáritas Diocesana de Urgell.
El acto se ha llevado a cabo en una ceremonia en el Palacio Episcopal, a la que han asistido las autoridades andorranas y del ámbito local: el M.I. Jefe de Gobierno, Xavier Espot; el M.I. Síndico Carles Ensenyat; el Director de Gabinete del Copríncipe Francés, Sr. Robert Mauri; el Ministro de Educación y Relaciones Institucionales, M.I. Sr. Ladislau Baró; el Alcalde de La Seu d’Urgell, Ilmo. Joan Barrera; el Delegado del Gobierno en el Alto Pirineo y Aran, Sr. Josep Castells; también el Director de Cáritas Andorra, Sr. Amadeu Rocamora y el Secretario de Dirección de Cáritas Cataluña; y también autoridades eclesiásticas y de los Servicios del Copríncipe: el Vicario General, Mn. Ignasi Navarri; el Delegado Diocesano de Cáritas de Urgell, Mn. Jaume Mayoral; el Secretario general del Obispado, Mn. David Codina; el Representante del Copríncipe, M.I. Sr. Eduard Ibáñez, la Secretaria General del Copríncipe, Sra. Conxita Garcia Moyano; y la Jefa de Protocolo, Sra. Cristina Orduña. El salón del Copríncipe se ha llenado con familiares de los homenajeados, miembros de la curia diocesana, trabajadores de Cáritas, y amigos de los nuevos condecorados.
Mons. Joan-Enric ha abierto el acto glosando la figura de cada uno de los dos condecorados, y ha señalado la importancia de hacer crecer los talentos de Dios da a cada uno, poniéndolos a ellos como ejemplo de esta actitud vital, que busca una mejora personal y hacia los demás a través de los dones de cada uno, poniendo como referencia la Parábola evangélica de los talentos. Ha destacado también que la mayor “condecoración” es vivir con radicalidad el bautismo y ha destacado cómo el trabajo desarrollado por cada uno de los dos homenajeados es una muestra de su fidelidad y su servicio a la Iglesia.
Tras imponer las distinciones Mn. Mauri ha dicho unas palabras de agradecimiento al Arzobispo por su ayuda y labor que han desarrollado juntos en largos de colaboración estrecha mutua. Ha destacado el valor de ser presbítero en la Iglesia y el hilo de oro que la Iglesia ha tenido en su historia al servicio de los derechos humanos, la justicia y la promoción de la dignidad de la persona humana. Josep Casanova, por su parte, ha hecho un agradecimiento poniendo el relevo la labor importantísima que se ha llevado a cabo de transformación de Cáritas en los últimos años, gracias al trabajo en equipo, que ha llevado a construir la empresa de inserción laboral NouGrapats y el Centro Especial de Trabajo Grapats, para personas con discapacidad, señalando que su razón de ser radica sólo en las personas y en su apoyo. Ha terminado agradeciendo a los trabajadores y a su familia por el apoyo en este tiempo. Ha tenido unas palabras muy destacadas de agradecimiento por su esposa, hijos y tío presbítero.
La Cruz “Pro Ecclesia et Pontifice” es una distinción pontificia instituida por el Papa León XIII en 1888, y supone un gran reconocimiento a la labor de sacerdotes y laicos a favor de la Iglesia Católica y el Santo Padre. En este caso, el Papa se lo ha concedido en agradecimiento y reconocimiento por el trabajo que ambos han llevado a cabo al servicio del Copríncipe episcopal y del Obispado de Urgell así como a Cáritas Diocesana de Urgell.