Mn. Jusèp Amiell descansa en la paz de Cristo

El Arzobispo de Urgell, Mons. Joan-Enric Vives, presidió, acompañado por el Obispo Coadjutor, Mons. Josep Lluís Serrano, la Misa exequial de Mn. Jusèp Amiell i Solé en la iglesia parroquial de San Miguel de Vielha, que se llenó de fieles que querían expresar su cariño hacia el sacerdote traspasado y su familia. Concelebraron el Vicario General, Mn. Josep M. Mauri, el Rector y Arcipreste de la Val d’Aran, Mn. Pere Balagué, el Vicario episcopal, Mn. Antoni Elvira, Mn. Joseph Geethafonkalan, Rector de Bossòst, y un gran grupo de sacerdotes provenientes de diferentes lugares de la geografía diocesana. Asistieron muchas Autoridades encabezadas por la Magnífica Sra. Síndica de Aran, Maria Vergés, los Magníficos Sres. Consejeros del Conselh Generau d’Aran, una gran cantidad de Alcaldes de todo el Val d’Aran, la Delegada del Gobierno de la Generalitat en el Alto Pirineo y Aran, Sílvia Romero y el Director de Asuntos Religiosos de la Generalitat de Cataluña en representación del Gobierno de la Generalidad, Ramon Bassas, entre otros muchos.

Al inicio de la celebración, y tal y como es costumbre en la Diócesis, el Arcipreste leyó la vida del M.I. Mn. Jusèp Amiell Solé:

Mn.Jusèp AMIELL SOLÉ nació en Garòs (Val d’Aran) el 18 de abril de 1930 y cursó los estudios de Filosofía y de Teología en el Seminario Diocesano de Urgell. Fue ordenado de presbítero el 20 de junio de 1954.

Estrenó su sacerdocio como Ecónomo de Llavorsí y Encargado de Aidí y Baiasca. Dos años después, en 1956, el sr. Obispo lo nombró Ecónomo de Conques y Encargado de Figueroa de Orcau, Montesquiu y Basturs, parroquias a las que se añadirían Suterranya, Sant Romà d’Abella i Abella de la Conca, en 1959. En 1962 pasó a ser Ecónomo de Linyola y en 1964 fue nombrado Director Espiritual del Seminario Diocesano de Urgell y profesor.

A los 9 años, en 1973 el sr. Obispo lo destinó por primera vez al Valle de Arán como Ecónomo de Bossòst, Aubèrt, Arres y Vilamòs donde pasará unos primeros 5 primeros años hasta 1977 cuando será enviado a La Pobla de Segur, Claverol, Montsor, Ortoneda, Pont de Claverol, Aramunt y Sant Joan de Vinyafrescal, a los que se añadirían dos años después Erinyà y Toralla, siendo también Arcipreste de la Conca Alta-Flamisell en 1981.

Después de 10 años, en 1991 regresa a su querido Vall d’Aran, ahora como Rector de Vielha donde durante 14 años será el Rector y Arcipreste, hasta el 2005. Durante estos años también va siendo el Rector de varios pueblos : Betren, Casarilh y Escunhau, Betlan, Mont, Montcorbau. Vilac Gausac y Casau.

En 2007 se jubila y el Sr. Obispo le nombra presbítero adscrito a Vielha donde ha vivido todos estos años en fraternidad presbiteral en la Rectoría, con los demás sacerdotes ayudándoles en el servicio pastoral del Valle.

Además los Sres. Obispos le confiaron diversas responsabilidades diocesanas como ser miembro del Consejo diocesano para los asuntos económicos de la Diócesis, del Consejo de Presbiterio o del Colegio de Consultores. En 2011 fue creado Canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Santa Maria de Urgell.

En 2010 tradujo y presentó el Nuevo Testamento en aranés en Vielha, a partir de la Biblia Catalana Interconfesional (BCI) y en 2011 los Libro de los Salmos. En 2010 recibe la Medalla de oro del Valle de Aran y en 2012 recibe la Cruz de Sant Jordi de la Generalitat de Cataluña que decía en Decreto de concesión: “por la sostenida labor de investigación, preservación y promoción que ha hecho del patrimonio, de las tradiciones y de la lengua del Valle de Arán a la que ha traducido el Nuevo Testamento. Y también por su trayectoria pastoral en el seno del obispado de Urgell, vinculada singularmente al Valle, del que ha sido arcipreste.”. Asimismo, realizó un intenso trabajo de investigación sobre la historia de Aran, siendo uno de sus máximos exponentes y gran conocedor, entre otros, de la vida y obra de Mn. Josep Condò Sambeat. Ha participado activamente en la promoción de la cultura aranesa y ha sido secretario de la fundación Musèu dera Val d’Aran, miembro del Patronato del Museo del Valle de Aran y cofundador de la revista Tèrra Aranesa.

Este último mes de noviembre debilita su salud, entró en la residencia de Vielha donde ha pasado este último mes y ha muerto el 17 de diciembre de 2024 en el Hospital de Vielha. Que repose en la Paz del Señor, el Buen Pastor.

El Conselh Generau d’Aran decretó dos días de luto en la Val como reconocimiento a su aportación a la preservación de los valores, la lengua y la cultura aranesas, y emitieron varios mensajes de pésame desde la Generalitat y otros organismos oficiales. Asistieron a las exequias los representantes del Conselh Generau, el Alcalde de Naut Aran y autoridades locales.

Mn. Amiell, en el último mes de noviembre y ya debilitada su salud, entró en la residencia de Vielha. Murió el 17 de diciembre de 2024 en el Hospital de Vielha, a los 94 años. Que repose en la Paz del Señor, el Buen Pastor.

En su homilía Mons. Vives glosando las lecturas de la Palabra de Dios proclamadas en aranés y catalán comentó el significado profundo de la vida de todo presbítero. En la primera lectura, Is 25,6-9, se proclamó como “el Señor del universo preparará para todos los pueblos un convite de platos gustosos y de vinos rancios, de platos gustosos y suculentos, de vinos rancios clarificados. Hará desaparecer en esta montaña el velo de luto que cubre a todos los pueblos, el sudario que amortaja a las naciones; aniquilará para siempre la muerte”. La muerte no tiene la última palabra sino que será vencida por la poderosa fuerza de la resurrección del Señor Jesús. Esto es lo que todo sacerdote, como lo hizo Mn. Jusèp Amiell, proclama con su vida y su testimonio. En el Evangelio Lc 12,35-40 Jesús pide “estar listo, con el cuerpo ceñido y las luces encendidas”. Hay que estar atentos y velando, no por miedo, sino porque el encuentro con el Señor es la gran fiesta que debe llenarnos de alegría. Mons. Vives destacó como «Dios mismo pasará a servirles de uno a uno». Jesús mismo nos servirá a cada uno, de forma personal, porque nos conoce desde siempre y nos ama. Esta actitud de velar y recordar la presencia de Jesús es la que todo sacerdote, con su palabra y su testimonio, lleva a cabo para representar humildemente al Señor.

Al final de la Eucaristía la Mgfca. Sra. Síndica de Arán y una representante del Consejo parroquial dirigieron unas palabras de agradecimiento a la familia, a los presbíteros y a los presentes, destacando la bonhomía de Mn. Jusèp Amiell y su trabajo y amor por la lengua y la cultura aranesas.

Posteriormente los familiares y los Sres. Obispos se desplazaron hasta el pueblo natal de Mn. Amiell, Garòs, y allí en la iglesia el sr. Arzobispo Vives presidió un responso y la última oración de recomendación del alma. A continuación el cuerpo de Mn. Amiell fue enterrado en el cementerio.

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