La Virgen peregrina de Fátima fue recibida por los fieles de la diócesis de Urgell en la Catedral de Santa María, el domingo 26 de octubre, en su peregrinaje por tierras del Principado de Andorra, confiada a la Cofradía de la Virgen de Fátima de Andorra. La Catedral, llena de fieles, recibió a media mañana a la Virgen, la quinta de las trece imágenes que salen del Santuario de Fátima en peregrinación por el mundo. Iba acompañada por los integrantes de la cofradía y por asociaciones y entidades culturales portuguesas del Principado, a las que se sumaron numerosos fieles de la parroquia de Sant Ot, de La Seu d’Urgell y de la comarca, que posteriormente participaron en la procesión de la Virgen hasta la Residencia de Sant Josep.
La celebración eucarística en la Catedral, la procesión y la oración del Rosario posterior, así como el pequeño acto en la Residencia de Sant Josep, estuvieron presididos por Mons. Josep-Lluís Serrano, Obispo de Urgell y Copríncipe de Andorra. Concelebraron el Rector de la Parroquia de Sant Ot, Mn. Ignasi Navarri, el P. Albano Teixeira, encargado de la Parroquia de La Massana, y fueron asistidos por los seminaristas de la diócesis. Asistieron autoridades locales y el Cónsul General de Portugal en Andorra, Sr. Duarte Pinto da Rocha.
Mons. Serrano glosó las lecturas de aquel domingo y habló de la paz como fruto del amor y la humildad, señalando a la Virgen como quien, a través de su vida, nos brinda paz, amor y humildad. En un día de gran fiesta como aquel, el obispo pidió a los fieles “hacer resonar el mensaje de Fátima en nuestras vidas y en nuestro mundo, que busca desesperadamente un sentido último a su razón de ser”. También solicitó a la Cofradía organizar una peregrinación diocesana al Santuario de Fátima.
Al finalizar la celebración, la Vicepresidenta de la Cofradía dirigió unas palabras de agradecimiento a todos aquellos que hicieron posible el peregrinaje de la Virgen de Fátima en la diócesis, y se inició la procesión desde la Catedral hasta la Residencia de Sant Josep. Muchas personas siguieron la procesión de la Virgen peregrina, rezando el Rosario en sus misterios de Gloria. Al llegar a la residencia, las religiosas de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados pronunciaron unas palabras de gratitud y oración a la Virgen en nombre del centro, y los ancianos junto a sus familias entregaron un pequeño corazón simbólico a la Virgen.
De este modo, la Virgen de Fátima regresó a la Catedral tras 75 años desde la última vez que la visitó en peregrinación, cuando también viajó desde Andorra el 25 de marzo de 1950.












