El sábado 4 de octubre, Balaguer se llenó de energía, risas y colores con la celebración del Encuentro de niños y jóvenes de la FEMN. Un total de 240 niños, jóvenes y monitores participaron en esta jornada tan especial, acogidos con mucho cariño por el Centro Esplai Santa Maria, que actuó como gran anfitrión, acompañados por Mons. Josep-Lluís Serrano y el asesor de la FEMN, Mn. Joan Pau Esteban.
La Vila de la Su (Balaguer) en fiesta mayor fue el hilo conductor del encuentro. Los niños que llegaban de todo el Obispado fueron recibidos en el pabellón “Molí de l’Esquerrà”. Los esplais recorrieron la villa a través de una gran Ginkana festiva, llena de pruebas, juegos y momentos compartidos. El centro de interés nos llevó a una reflexión colectiva: la mejor fiesta de todas es encontrarnos. Al mediodía, en la iglesia de Sant Domènec, y como es tradición también en la mayoría de los pueblos del Obispado de Urgell, tuvo lugar el momento central del encuentro: la Eucaristía, que los grupos vivieron de manera muy emotiva, presidida por el Obispo Josep-Lluís y concelebrada por Mn. Joan Pau; el rector de Balaguer, Mn. Jordi Profitós; y el diácono permanente, Mn. Antoni Baldomà. Con los niños y jóvenes de los esplais también estuvieron presentes: la concejala de Educación, Infancia e Igualdad de la Paeria de Balaguer, Anna Profitós; el presidente de la FEMN, Sr. Santi Amores; los representantes del Movimiento de Centros de Esplais Cristianos Catalanes de la Fundación Pere Tarrés (MCECC), Laia Puig y Alberto Hernández; así como algunos miembros del Patronato de la FEMN.
La celebración fue preparada por el Equipo de Fe de la FEMN: durante el ofertorio, los esplais cantaron estrofas creadas por ellos mismos, llenas de significado y con sentido de comunidad. También estuvo presente un grupo de 15 terciarios franciscanos con motivo de la fiesta de San Francisco de Asís. Mons. Serrano, en su homilía, destacó la importancia y centralidad de la eucaristía dentro de las fiestas patronales de los pueblos, fiestas que, como las bodas de Caná, que fue el evangelio proclamado, nos hablan de fiesta y encuentro con los demás. También quiso resaltar tres verbos que fueron explicados con la ayuda de los niños: amar, compartir y servir. En el ofertorio, los esplais participaron en una dinámica de canciones con la letra que ellos habían trabajado en los diferentes esplais. Una gran foto de familia en la iglesia y luego la comida cerraron los actos de la mañana.
Por la tarde, y como no puede faltar en ninguna fiesta mayor de nuestra tierra, se realizó un desfile por las calles de Balaguer, desde la plaza Mercadal hasta el pabellón, con la música de un grupo de batucada y un ambiente festivo y alegre. Llegados al pabellón, más danzas y bailes, un momento para merendar y, posteriormente, la tradicional hora de las despedidas puso punto final a la fiesta mayor de los niños y jóvenes de los esplais del Obispado. La jornada quedó inmortalizada con una foto final con Mons. Serrano y todos los participantes, un recuerdo que permanecerá grabado en la memoria de todos.