El movimiento diocesano de personas mayores “Vida Ascendente”, hizo su encuentro anual en La Seu d’Urgell, el miércoles 7 de junio, con un centenar de asistentes de todo el obispado, encabezados por el nuevo Presidente diocesano de la entidad, Sr. Mariano Carbonell.
El encuentro sabía a reencuentro después de una interrupción de tres años, y los asistentes vivieron una jornada de amistad y de conocimiento compartido, en la que tras la bienvenida del Arzobispo de Urgell, Mons. Joan-Enric; del Consiliario diocesano de Vida Creixent, Mn. Jordi Vásquez; y del Presidente Sr. Mariano Carbonell; visitaron el Museo Diocesano, la renovada capilla de la Piedad y la Catedral, y después de celebrar la Misa Solemne, presidida por Mons. Vives, participaron juntos en una comida de hermandad.
La jornada comenzó a las 10:30, con la acogida de los participantes en el Seminario Diocesano, donde después se celebraron los primeros parlamentos. Mons. Vives les habló del coraje y de la gratuidad de la entrega, poniendo énfasis en tres ejes por los que es importante estar presente en el mundo, en la vida de las personas que nos rodean y sentirnos útiles y en forma cuando llegamos a una edad más avanzada: la fe, el deseo de Dios y de su gracias; la espiritualidad, mirar que el espíritu crezca en todas las circunstancias; y la evangelización, con el testimonio personal en nuestros círculos más próximos. El Arzobispo alentó a los asistentes asegurándoles que podemos hacer muchas cosas, más de las que parece a primera vista. Puso como ejemplo al Papa, que precisamente ese día era operado, y ofreció una oración.
Después de los parlamentos, se formaron grupos, para poder visitar con comodidad la Catedral de Santa María y las últimas tareas de adecuación que se llevaron a cabo, así como las instalaciones del Museo Diocesano, que actualmente han incorporado una nueva musealización en la zona de la Capilla de la Piedad, que contiene obras de destacado valor.
Al finalizar, se celebró la Misa, en la Catedral, con la asistencia de Mn. Jordi Vásquez y de Mn. Ignasi Navarri, Rector de la Seu d’Urgell. A continuación, compartieron todos un almuerzo de hermandad en la residencia de la Sagrada Familia de Urgell.
