El viernes 18 de marzo salió hacia Polonia un trailer con ayuda humanitaria para los refugiados ucranianos que huyen de la guerra en su país. El envío, que fue o coordinado por un equipo de cuarenta voluntarios de Cáritas parroquial de Sant Julià de Lòria, se acordó en la última reunión de presbíteros de Andorra, celebrada en AINA, en Canillo, para dar respuesta a todos los ciudadanos del Principado que quieren ayudar, en la medida de sus posibilidades, y además de las aportaciones económicas que se están realizando en las cuentas bancarias de las Cáritas Parroquiales y de Cáritas Andorrana para este fin, las personas que sufren de forma más directa los estragos de la guerra.
Además de productos y material humanitario reunidos en Andorra, el envío incluyó también las aportaciones que el Consejo Comarcal de La Cerdanya y del Ayuntamiento de Puigcerdà entregaron el día antes en territorio andorrano para sumarse a esta iniciativa. de acuerdo con el tratado de buena vecindad con Cáritas de Sant Julià de Lòria (siguiendo la máxima 36 del Manual Digest).
El Cónsul Mayor de Sant Julià, Josep Majoral, definió la colaboración con las instituciones ceretanas como «una chispa de humanidad que queremos hacer llegar a la gente que lo está pasando tan mal», y, en referencia a la situación en Ucrania, añadió que «en momentos como este cualquier ayuda es poca, pero lo que queda patente es que la humanidad no tiene fronteras». Por su parte, el Alcalde de Puigcerdà, Albert Piñeira, afirmó que “en las situaciones difíciles es cuando más debe aflorar lo mejor de cada uno, y se ha demostrado que somos una comunidad solidaria y comprometida; y, además, esa solidaridad se ha podido vehicular a través de esta iniciativa de colaboración transfronteriza”.
El trailer fue cedido gratuitamente por la empresa Transports Areny, y asimismo los conductores que le llevarán hasta su destino, Juli Pérez Areny y su esposa Eva Santa Jordan, también se han ofrecido a hacerlo de forma altruista. Conducirán el camión hasta la localidad de Rzeszów, en el sudeste de Polonia y a unos cien kilómetros del paso fronterizo de Krakovets, en la ruta que lleva hasta la ciudad ucraniana de Lviv. Tienen previsto llegar el lunes, y una vez allí entregarán su carga a los voluntarios de la Cáritas local (Caritas Diecezji Rzeszowskie) para que la distribuya entre los refugiados ucranianos que han llegado a esa región desde que empezó la guerra en su país.
Además de los muchos particulares que ayudaron a hacer posible esta iniciativa, también colaboraron diversas empresas y centros comerciales de Andorra; el Colegio Sant Ermengol y el Colegio Janer, además de otras escuelas del país; el Ministerio de Asuntos Exteriores andorrano, que facilitó los trámites para realizar el envío; y Karolina y Alina Sionneau, dos chicas polacas residentes en el Principado, que se encargaron de traducir la documentación y de la relación con Cáritas Polonia.
