Confirmaciones en el Santuario de la Virgen de Meritxell (Canillo)

El domingo 15 de septiembre el Arzobispo de Urgell y Copríncipe de Andorra, Mons. Joan-Enric Vives, administró el sacramento de la Confirmación a 9 jóvenes y 6 adultos en la Parroquia de Canillo, en el Santuario-Basílica de la Virgen de Meritxell. Concelebraron con el Arzobispo, el Rector de Canillo y encargado del Santuario, Mn. Ramon Rosell, y el secretario Mn. David Codina. Asistió el Hble. Sr. Cónsul Mayor de la Parroquia, Jordi Alcobé, que al final de la celebración eucarística dirigió unas palabras muy alentadoras a los confirmados, en nombre del Comú, junto con la madre de una confirmada.

En su homilía el Arzobispo Joan-Enric glosó las lecturas de la Palabra de Dios proclamadas en aquel domingo: la segunda lectura de la carta de Santiago afirmaba “si puedes, demuéstrame, sin las obras, que tienes fe, que yo, con las obras, te demostraré mi fe”. En este sentido, Mons. Vives, animó a los confirmandos a ser consecuentes con el compromiso de fe que adquirían ese día, especialmente dirigiéndose a los adultos que recibían el sacramento de la confirmación. El Arzobispo remarcó la importancia de una fe que sea personal atendiendo a la pregunta que Jesús dirigía a los Apóstoles en el Evangelio: «y vosotros, ¿quién decís que soy?» Animó a los jóvenes confirmandos a creer en Jesús de una forma personal, a no dudar de su existencia ya dar testimonio de esta fe, dado la vida por amor haciendo caso de las palabras de Jesús: ”quien quiera salvar su vida la perderá, pero quien la pierda por mí y por el Evangelio, la salvará”. En este sentido animó a los confirmandos a ser generosos y no egoístas ya saberse dar por amor porque lo que hace realmente feliz en la vida es amar gratuitamente. La felicidad es hacer felices a los demás.

Al final de la Misa el Arzobispo regaló a los jóvenes confirmados un lámpara de madera de olivo hecho en Tierra Santa, para que recuerden que deben ser luz, y la Parroquia de Canillo les regaló un libro sobre la historia del Santuario-Basílica de Meritxell , y el Común un bolígrafo.

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