Conferencia de Mons. Vivas en Granollers sobre presente y futuro de la Iglesia en Cataluña

La noche del día 4 de octubre en los salones parroquiales de St. Esteve de Granollers, e invitado por el Sr. Girbau, del movimiento de pueblos y comarcas, el Arzobispo de Urgell dictó una conferencia sobre las «Debilidades y fortalezas de la Iglesia en Cataluña» dentro de las XXVI Jornadas de formación del Mov. de Pueblos y Comarcas.

El Arzobispo Vives fue presentado por el Sr. Joan Girbau y por el Dr. Jaume Dantí, de la Fundació Joan Maragall, ambos militantes del movimiento apostólico de pueblos y comarcas.

A su llegada fue recibido por el Rector de la Parroquia y Vicario Episcopal de Terrassa, Mn. Josep Monfort, y el Arzobispo Vives quiso ir a visitar el sepulcro de Mons. Jaume Traserra, Obispo emérito de Solsona, enterrado en el templo de St. Esteve, y con el grupo que le acompañaba dirigió una oración por su reposo eterno.

La conferencia comenzó con la oración en el Espíritu Santo por el Sínodo, y constó de dos partes. En la primera parte destacó luces y sombras, solidez y debilidades, de las actuales 10 Iglesias diocesanas que hacen camino a Cataluña, remontándose en la historia a grandes hitos y centrándose en los dos últimos siglos y la aportación del Concilio Vaticano II y el Provincial Tarraconense.

Remarcó que no podíamos dejarnos arrastrar por sentimientos de pesimismo ni de frustración ante la bajada en muchos aspectos de la vida y del número de los que se profesan cristianos. Tiempo de crisis, de pandemia y de guerra que han afectado a la vida eclesial. Invitó a leer las cifras desde la esperanza, haciendo notar que el Espíritu Santo siempre ha ido sacando a la Iglesia de las crisis, sosteniéndola y fortaleciéndola con nueva fecundidad. Debemos creer en esta acción del Espíritu Santo, y aunque todo no lo comprendamos, dejarse llevar por la confianza.

Aceptando que hay muchos aspectos a mejorar en el testimonio eclesial, valorar el camino sinodal que están haciendo actualmente las Iglesias, acogiendo la llamada del Papa Francisco a hacer camino juntos, remarcando precisamente la evangelización, la unidad pastoral de la Iglesia a Cataluña, el trabajo hacia los pobres y vulnerables, y el mantenimiento de muchos servicios eclesiales. Así es como la Iglesia en Cataluña vivió la reforma del Concilio Vaticano II y la ha ido aplicando, valorando el momento álgido de 1995, y la celebración del Concilio Provincial Tarraconense con sus 4 grandes temas.

En una segunda parte más breve, y amparándose de las aportaciones del joven teólogo Joseph Ratzinger sobre el hecho de que la Iglesia del futuro sería más minoritaria sin que deba querer decir menos testimonial y significativa. Lo había proféticamente reflexionado en una conferencia radiada en 1967, que nuevamente explicó como pensamiento del Papa Benedicto XVI durante su viaje a Chequia en 2009.

El Papa pide que sobre todo en el campo intelectual, educativo y caritativo, se centren los esfuerzos de estas minorías creativas y testimoniales que serán las comunidades cristianas en el futuro que ya está empezando, especialmente en lo que respecta al mundo occidental y a Europa en particular, pero estando atentos a otros crecimientos en Asia y África especialmente.

Concluyó animando a los cristianos a mantener la fe y el coraje, el servicio a los refugiados y a los pobres, a no dejar de sembrar y a perseverar en todo lo que vayamos trayendo entre manos, de testimonio cristiano, servicios, instituciones y presencia en el mundo cultural, educativo y social. Y explicó la aportación del Cardenal Jorge Mario Bergoglio a los encuentros de los Cardenales en marzo de 2013, antes del Cónclave en el que salió elegido el Papa Francisco e inició una reforma «franciscana» que Mons. Vives esbozó en sus grandes rasgos.

El encuentro acabó con la oración de San Francisco recitada por parte de todos los asistentes.

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