Concierto en la Parroquia de Andorra la Vella: “Tres lecciones de tinieblas” de Françoise Couperin

Como en otras ocasiones, la noche del Viernes Santo, la parroquia de Sant Esteve de Andorra la Vella se unió al recogimiento y duelo por la celebración litúrgica de la muerte de Cristo con un concierto de música religiosa. Este año fue «Tres lecciones de tinieblas» de Françoise Couperin.

La interpretación corrió a cargo del Quartet Barroc, de Barcelona, compuesto por Irene Mas, Eulàlia Fantova, Lixsania Fernández, bajo la dirección en el órgano de Joan de la Rubia. Son intérpretes especializados en música antigua y tanto su formación como las experiencias profesionales les han llevado a trabajar con orquestas como La Capella Reial de Cataluña y Hespèrion XXI con Jordi Savall, el Amsterdam Baroque Orchestra and Choir of Amsterdam con Tom Koopman, el Orquesta Barroca de Sevilla, la Orchestre de Chambre de Toulouse o el Australian Brandenburg Orchestra.

Joan de la Rubia, por su parte, es sobradamente conocido como organista de la Sagrada Familia de Barcelona. Ha actuado como solista en renombradas orquestas. Su incesante actividad, como solista o acompañante, le ha llevado a pisar los principales escenarios de una treintena de países en todo el mundo. En este proyecto de Couperin, aparte de participar como organista, es el encargado de liderar el grupo consolidando así su actual vertiente de director.

Al concierto asistieron unas doscientas personas que disfrutaron de una bella música magníficamente interpretada, en una noche de reflexión y recogimiento como el Viernes Santo.

A finales del siglo XVII se consolidó entre los compositores franceses la costumbre de escribir música sobre las Lamentaciones de Jeremías para ser interpretada durante la Semana Santa: Lambert, Delalande, Charpentier… todos ellos nos han dejado excelentes obras sobre éstos textos. Pero es Françoise Couperin que alcanza el más alto grado de espiritualidad y belleza musical.

Françoise Couperin nació en París el 10 de noviembre de 1668. Es conocido como Couperin el Grande, para distinguirlo de otros miembros de su familia que se dedicaron a la música (su padre, un tío, un hermano, varios primos…). Fue un especialista en el órgano y el clave. En 1685 es nombrado organista de la iglesia de Saint Gervais en París. En 1717 fue escogido como compositor de la corte real con el título de «ordinario de la música de la chambre du roi». Componía música sacra para la oración y música de cámara para el divertimento de la familia real, a la que obsequiaba con un concierto semanal, generalmente el domingo. Murió el 11 de septiembre de 1733 en París.

Las «Tres lecciones de tinieblas» las escribió alrededor de 1713. Como el resto de compositores, el proyecto era hacer un total de nueve, tres para cada día del Tríduo Sacro. Es posible que llegara a completarlas, pero desgraciadamente sólo han llegado a nuestros días las primeras, que son las que se interpretaron en Andorra el viernes santo.

Primera lección: Lamentaciones 1,1-5: «Quomodo sede sola civitas plena populo».  Cómo ha quedado desierta la ciudad tan bien poblada. Segunda lección: Lamentaciones 1,6-9: «Te egressus est en filia Sion omnis decor ejus». Sión, ciudad magnífica, va perdiendo su esplendor. Tercera lección: Lamentaciones 1,10-14: «Manum suam misit hostis a omnia desiderabilia ejus»: El opresor ha acaparado todo lo que ella amaba.

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