La iglesia de San Esteban de Andorra la Vella celebró la festividad de San Esteban, 26 de diciembre, con una Misa de Acción de Gracias por la ampliación del templo y la dedicación del nuevo altar, justo hace 60 años. La fiesta fue presidida por el Arzobispo de Urgell y Copríncipe de Andorra, Mons. Joan-Enric Vives, y concelebrada por los sacerdotes de las parroquias del Principado y los sacerdotes que han servido a la parroquia durante estos últimos 60 años.
Éste era el acto central de toda una serie de actividades que se habían llevado a cabo a lo largo del mes de noviembre para celebrar el aniversario, y que habían sido organizadas por el Consejo Parroquial, encabezado por el Rector y Arcipreste de les Valls, Mn. Ramon Sàrries, con el apoyo del Comú de Andorra la Vella y entidades culturales y particulares de la parroquia.
El Arzobispo de Urgell exhortó a los asistentes, en su homilía, a integrar plenamente el sentido de la Navidad que muestra con su ejemplo el mártir San Esteban. Señaló que corremos el peligro de vivir la Navidad como una Navidad de algodón, donde todo queda en imágenes estereotipadas, y que, en cambio, San Esteban nos ayudará a descubrir una Navidad que huye de lo más superficial, que nos centra en el servicio a los demás y a Dios, hasta perder la propia vida por amor. Es por eso que la iglesia propone celebrar la fiesta de San Esteban, el día después de Navidad: porque es un mártir que da la vida defendiendo sus creencias en un ejercicio de coherencia vital: Esteban fue diácono que era un gran predicador y que tuvo, además, un gran sentido de servicio a Cristo. Vivía lo que predicaba, fue coherente hasta el final, cuando fue víctima de una muerte muy dura.
Mons. Vives alentó a los fieles a dar testimonio y crear un movimiento de evangelización, tal y como hizo la parroquia de San Esteban hace 60 años, cuando amplió el templo del siglo XII y se transformó en tiempos de Mn. Lluís Pujol. Como San Francisco de Asís que restauró la Iglesia, que caía hecha pedazos. No se trataba de restauración material, sino pastoral y espiritual.
También Mn. Ramon Sàrries, en sus palabras de clausura, hizo un agradecimiento a todos los que habían participado en esta celebración a lo largo de dos meses: empezando por el Común de Andorra la Vella. Justamente la Cónsul de Andorra, Hble. Sra. Conxita Marsol se había hecho presente en la celebración así como de otros miembros del Común, y varias autoridades de la Parroquia de estos 60 años que vivieron el proceso de expansión del templo.
Los actos se inauguraron el pasado 24 de noviembre, con una exposición fotográfica sobre las obras de la ampliación del templo parroquial y la dedicación del templo y la consagración del nuevo altar.
La exposición, realizada por la comunidad parroquial, con el apoyo del Común de Andorra la Vella y el Gobierno del Principado, se ha titulado «La comunidad crece, el templo se expande (1962-2022)», con el propósito de explicar las obras de ampliación, realizadas ante la necesidad de responder al crecimiento demográfico que experimentaba la parroquia por aquel entonces. Las obras, impulsadas en 1958 por el rector Mn. Lluís Pujol, y dirigidas por el arquitecto Josep Brugal, significaron una importante transformación del templo, de estilo románico, construido en la segunda mitad del siglo XII. La ampliación supuso la creación de una nueva nave más amplia, orientada al Sur, con una nueva puerta de acceso principal, a Norte, la que da a la plaza Príncep Benlloch. En años posteriores se han realizado otras reformas y mejoras en el interior. Del templo original se mantuvo y se conserva todavía el ábside, el mayor del románico en Andorra, más una absidiola, así como parte de las paredes de la nave primitiva, que constituye la actual capilla del Santísimo.
Los actos concluirán el próximo día 30 de diciembre, a las 21,30h, con un Concierto de órgano, a cargo de Aaron Ribas. Justamente ese día, hace 60 años, el obispo de Urgell, en aquel entonces Mons. Ramon Iglesias Navarri, dedicó el nuevo altar. Corría el año 1962. Se cumplían en ese día 50 años de la ordenación sacerdotal del Obispo Copríncipe y 20 de su preconización como obispo, e inaugurar una ampliación como aquella era un acto simbólico que reunió a un numeroso grupo de fieles que llenó hasta los topes la nueva iglesia.
