Divendres Sant dia 6 d’abril, l’Arquebisbe d’Urgell Mons. Joan-Enric Vives va participar en un breu programa que donava l’entrada als Oficis de Setmana Santa. Es tractava d’una introducció per a cada dia del Tridu Pasqual retransmès per Televisió Espanyola (TVE2) des de la Catedral d’Alcalà d’Henares.
Mons. Joan Piris, Bisbe de Lleida ho féu també per al Dious Sant, i Mons. Jesús Murgui bisbe de Mallorca per a la Vetlla Pasqual.
Oferim les Paraules de Mons. Vives a TVE, “Hoy es Viernes Santo“:
Hoy es Viernes Santo.
1. A través de la Liturgia de este día, que no celebra la Eucaristía pues todo está centrado en la Santa Cruz y la Sepultura del Señor, entremos en el Misterio más grande de la fe cristiana, el misterio pascual de la Muerte y la Resurrección de Cristo.
En el Viernes Santo irrumpe entre nosotros un hombre, un crucificado,
que se nos presenta como el Hijo de Dios, el Redentor de toda la humanidad,
El que paga por todos,
El que carga con nuestros sufrimientos y los hace fructificar,
El que tiene la única respuesta válida ante el dolor, el llanto y la muerte…
Todos nos hacemos preguntas.
Quién más quién menos, quiere tener una respuesta razonable ante el enigma del dolor y de la muerte.
Es cierto que una Cruz es un suplicio atroz.
A Jesús le han matado después de ser detenido de noche y a traición… después de ser juzgado sumariamente, con acusaciones de testigos falsos.
Y se ha visto abandonado, injustamente tratado,
-Él, que a todos trató tan bien,
porque pasó toda su vida haciendo el Bien…
Ahora yace en el regazo de una Madre llena de dolor,
que acoge los sufrimientos y dolores de todas las madres del mundo.
2. Ante este Jesús crucificado, ante esta Madre serena y confiada ante el dolor inmenso, ¿quién no tiembla? ¿quién puede quedar impasible y sin entrañas, distraído?
Jesús nos convence con su muerte,
porque sabemos que es una muerte por amor.
Él vence al mal con el amor. Y lo logra con su Cruz y su Resurrección.
3. Es porque ama mucho, porque ama al Padre y ama a todos los hombres,
que Jesús se ha entregado a la muerte y a una muerte de Cruz.
Pues sólo el amor es digno de fe.
Y sólo una vida entregada con amor, merece ser seguida e imitada,
merece que creamos en Cristo y confiemos en Él.
4. Hoy es Viernes Santo
y en medio de tantas tinieblas y pequeñeces, sufrimientos y dolor, nuestro, y sobre todo de tantos inocentes, emerge un rostro.
El rostro humillado y ensangrentado del Señor Jesús.
Este sí que es el Hijo de Dios.
En el rostro de Jesús resplandece el rostro infinito y todopoderoso-en-el-amor del mismo Dios.
Desde hoy sabemos que Dios sufre, que quiere sufrir con nosotros y por nosotros. Que nuestras vidas le importan.
Que no está lejos de ti, de mí,
de cada uno de nosotros, ni de los que sufren.
Porque continúa sufriendo en nosotros.
Y nos redime.
Su Vida vale mucho para todos. Él carga con lo nuestro.
5. En la liturgia de este Viernes Santo descubrimos la grandeza de la Cruz del Señor, se nos revela que Él es el Siervo sufriente que carga con nuestros pecados, que podemos presentarle todas nuestras peticiones, y de forma universal, por todos, pues El murió por todos, para que tuviésemos Vida y Vida en abundancia.
Esta tarde adoraremos la Cruz, que nos acompaña desde nuestro bautismo y que será nuestra salvación.
Del Viernes Santo surge una nueva manera de vivir:
con fe, con confianza, con perdón a todos, con amor hasta el fin…
más allá de todo cálculo e interés.
Amemos como el Señor nos revela en la Cruz!
Muchas gracias por su atención.