El día 16 de diciembre en la casa de espiritualidad del Santo Cristo de Balaguer tuvo lugar el retiro de Adviento, preparación de la Navidad para sacerdotes y diáconos de la iglesia de Urgell, que fue predicado por el Sr. Obispo diocesano, Mons. Josep-Lluís Serrano. Asistió la práctica totalidad de los sacerdotes y diáconos de la Diócesis y también el Obispo emérito. Fue un día de espiritualidad y fraternidad sacerdotal donde Mons. Serrano animó a retornar al primer amor del don recibido en la vocación para agradecer el don de ser sacerdote, diácono, obispo, al servicio de la misión de llevar a Jesucristo a nuestro pueblo.
El Sr. Obispo centró su retiro en la teología mística de San Juan de la Cruz, de quien celebrábamos su fiesta el 14 de diciembre, y a quien en 2026 celebraremos el tercer centenario de su nacimiento y el primer centenario de su proclamación como Doctor de la Iglesia. El Sr. Obispo glosó la teología espiritual del cántico 28 del Cántico espiritual de San Juan de la Cruz: “Mi alma se ha empleado y todo mi caudal en su servicio; ya no guardo ganado, ni ya tengo otro oficio, que ya sólo en amar es mi ejercicio”. En el cántico, comprendemos que nada se realiza como un logro meramente personal. La persona, la amada, vive totalmente entregada al servicio del Amado, «alma y cuerpo y potencias y toda su habilidad empleada al servicio de su Esposo». Es decir, la gracia ha irrumpido de tal manera en la criatura que ya no hay espacio para pensar en sí misma, ni en sus propios gustos, ni en sus intereses personales. Todo el ser se ha centrado en “el ejercicio de amor”; todo el esfuerzo se orienta hacia lo que agrada a Dios y lo asemeja a Él, siendo esto siempre fruto de la gracia.
Al final de su meditación, el Sr. Obispo animó a que este cántico del Cántico espiritual de San Juan pudiera ayudar a los sacerdotes y diáconos a encontrarse con Dios, consigo mismos y así poder encontrarse con los hermanos de las comunidades cristianas a las que sirven, y ofreció 5 reflexiones finales a partir del cántico 28:
1/. Mi alma se ha empleado. Observar cómo Jesús entregó toda su alma: memoria, entendimiento y voluntad para servir la voluntad del Padre. ¿Cómo empleamos nuestra alma?
2/. Todo mi caudal. Se entiende la parte sensitiva del alma, los afectos, sentidos, gustos, deseos. Encauzar este caudal de nuestra vida, para que cuando baje lleno de agua podamos encaminarlo hacia la inmensidad de un mar lleno de vida.
3/. Ya no guardo ganado. Significa que ya no sigo mis gustos y placeres, sean sensibles o de prestigio y honra.
4/. Ya no tengo otro oficio. ¿Cómo vivo el ser sacerdote, el ser diácono, un oficio que surgió de mí mismo para identificarme con Cristo?
5/. Que ya sólo en amar es mi ejercicio. Toda la parte sensitiva y espiritual de la persona humana queda entregada al amor, todo lo que hago con amor y todo lo que puedo sufrir con gusto de amor. En los momentos de dificultades, ¿cómo vivimos esta entrega sensible que no es agradecida o no es agradable?
Después de la meditación del Sr. Obispo tuvo lugar la exposición del Santísimo Sacramento y un tiempo de oración personal, así como un espacio para poder recibir el sacramento de la reconciliación. El retiro concluyó con la bendición con el Santísimo Sacramento por parte del Sr. Obispo y un almuerzo de fraternidad que fue celebración adelantada de la fiesta del nacimiento de Cristo que ya se aproxima.








