El Lunes Santo es fiesta grande en la Diócesis de Urgell donde los presbíteros y diáconos, con los laicos, consagrados, y todo el Pueblo de Dios, se unen para la tradicional Misa Crismal donde son consagrados los Santos aceites que serán utilizados a lo largo de toda la cincuentena pascual. En Urgell, además, es una bonita tradición que los presbíteros celebren juntos sus 25 ó 50 años de ministerio presbiteral, dando gracias a Dios por el don del ministerio recibido.
Este año fue el Arzobispo de Urgell, Mons. Joan-Enric Vives, quien celebró con todos los presbíteros y diáconos sus 50 años de ministerio presbiteral que se cumplirán, si Dios lo quiere, el próximo 24 de septiembre. El entonces joven diácono, perteneciente al presbiterio de la Archidiócesis de Barcelona, pidió ordenarse de presbítero el día de la Merced, en su parroquia natal, Sta. María del Taulat. Este año también cumplía 25 años de ordenación presbiteral, el presbítero de Urgell Mn. Enric Vargas Holguín, actualmente en Colombia cuidando a su madre.
Como es costumbre el presbítero que cumple años de ordenación de presbítero regala a sus compañeros un pequeño detalle. El Arzobispo Joan-Enric ofrenó una casulla a todos los presbíteros asistentes a la jornada y una dalmática a los diáconos que se estrenaron con alegría en la celebración eucarística de la Misa crismal para orar juntos como único presbiterio, en comunión con su Obispo precisamente el día en que renovaron las promesas sacerdotales.
Para acompañar al Arzobispo en esta efeméride, muchos laicos y laicas, y religiosos, de toda la Diócesis se desplazaron hasta La Seu d’Urgell y participaron en la Misa Crismal que el Arzobispo presidió ,y a su lado el Obispo de Ibiza, Mons. Vicent Ribas, que este año fue el escogido para la conferencia formativa que tiene lugar en el Seminario diocesano en el marco de la Jornada sacerdotal de Urgell: «El presbítero, hombre de comunico y de evangelización».
Un almuerzo de hermandad en la residencia de la Sagrada Familia de Urgell, con palabras de agradecimiento por parte del sr. Arzobispo y un pequeño detalle y un vídeo conmemorativo de su ministerio preparado por la Delegación de medios de comunicación del Obispado, concluyó la alegre jornada festiva, ya en vistas de la Pascua.
Al finalizar la celebración litúrgica y antes de la bendición final, el Vicario General de Urgell, Mn. Ignasi Navarri, dedicó unas palabras de acción de gracias al Arzobispo que reproducimos a continuación:
“Aunque el día de su ordenación Sacerdotal, de manos del Cardenal Arzobispo de Barcelona, el Dr. Narcís Jubany, sea el día 24 de septiembre de 1974, fiesta de la Virgen de la Merced, es un gozo y un honor que queráis hacer la primera celebración de esta efeméride Jubilar con su presbiterio de Urgell, siguiendo la tradición de esta diócesis de festejar la boda de plata y de oro sacerdotales en el marco de este día de la Misa Crismal.
Sin tregua han ido transcurriendo estos 50 años que han ido desplegando, abriendo y asombrando ese “Don y Misterio” que siempre es el sacerdocio, como decía el recordado Papa San Juan Pablo II.
A través de su entrega en el Ministerio Sacerdotal, el Señor ha ido escribiendo una biografía humana y sacerdotal, que antes no existía, y que está tejida de nombres inolvidables, algunos de los cuales ahora ya no están: el rostro de los padres, del obispo ordenante, de los formadores, de los compañeros y amigos, y también de fechas, de emociones, de lugares y circunstancias.
Sólo Dios, Vos y las personas que habéis ayudado, servido y acompañado conocen de verdad, lo que vuestros ojos han visto, vuestro corazón ha sentido, vuestras manos han sostenido y vuestros pies han recorrido. A la distancia de los años comprendemos mejor la belleza, de cuánto las manos invisibles del Espíritu Santo han hecho en nosotros y de nosotros.
Estaréis de acuerdo con el Papa Benedicto XVI, cuando el día 27 de febrero de 2013, en su última audiencia decía refiriéndose a sus años de pontificado: “A lo largo de estos años el Señor me ha dado muchos días de sol, de brisa suave, días en los que la pesca ha sido más abundante y momentos en los que las aguas se agitaban y el viento era contrario”.
Pero como dice el Papa Francisco: “cuando caminamos sin la Cruz, no somos discípulos del Señor. Somos mundanos”. La ordenación no nos sube al trono sino a la cruz.
La casi mitad de estos años de su Ministerio Sacerdotal los habéis vivido, en su plenitud, en la diócesis de Urgell, como Obispo y Pastor. Entre nosotros celebrásteis con gozo en el año 2018, vuestras bodas de plata episcopales de la ordenación episcopal, en 1993, de manos del Arzobispo de Barcelona, el Dr. Ricardo M. Carles.
Con vuestra capacidad, inteligencia y entrega nos habéis acompañado en todos los momentos y circunstancias, a lo largo de estos años y nos habéis hecho sentir y experimentar, con vuestra continuada dedicación, la comunión con la Iglesia Universal.
Hoy nos unimos, con los diáconos los seminaristas y los fidos laicos de la diócesis a vuestro “Te Deum” por tanto vivido, disfrutado, sufrido y ofrecido. Os deseamos todo bien, con el más sincero agradecimiento por vuestro diario generoso servicio a la Iglesia de Dios.
Y pedimos al Señor y a la Santísima Virgen María que sigan guiando vuestros pasos para que podáis seguir preparando los caminos del Señor.
Ad Multos Annos!
Ad Multos Felicisimos Annos!