Fiesta de la Virgen de Lourdes y XXX Jornada del Enfermo

La Diócesis de Urgell celebró con solemnidad el día 11 de febrero la Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, donde también se hizo memoria de la XXX Jornada del Enfermo.

En la Catedral de Sta. María de La Seu d’Urgell, la Eucaristía solemne fue presidida por el Arzobispo de Urgell Mons. Joan-Enric Vives y concelebrada por varios presbíteros residentes en la ciudad, Mn. Evarist Vigatà, Mn. Jordi Miquel y Mn. David Codina. En la celebración se hicieron presentes muchos fieles y miembros de la Hospitalidad de la Virgen de Lourdes de la Parroquia de Sant Ot de La Seu d’Urgell y de la Delegación de Pastoral de Salud.

En su homilía el Arzobispo Joan-Enric glosó las lecturas de la Palabra de Dios proclamadas en la fiesta de aquel día donde Jesús profundiza una alabanza recibida de una mujer, para hacer Él la mejor de las alabanzas de su propia Madre: «¡Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la guardan!» (Lc 11,28). Con esta respuesta, Jesucristo no rechaza la apasionada alabanza que aquella mujer sencilla dedicaba a su Madre, sino que la acepta y va más allá, explicando que María Santísima es bienaventurada —sobre todo!— por haber sido buena y fiel en el desempeño de la Palabra de Dios. Animó a los fieles a saber “escuchar y guardar” la Palabra de Dios como lo supo hacer María con una fe constante que nos permite superar las pruebas y adversidades y contrariedades de la vida. El Arzobispo animó a los fieles a unirse espiritualmente con la celebración que en ese mismo momento tenía lugar en el Santuario de Lourdes y donde participaba la Presidenta de la Hospitalidad diocesana y el Consiliario y Viceconsiliario.

Sta. Bernardeta Sobirous nos enseña el camino de la humildad y la confianza en Dios que no se fija en las apariencias sino que ve el interior del corazón de las personas. Mons. Vives destacó cómo en Lourdes los enfermos son los más importantes, los prioritarios, quienes ocupan el primer puesto, para indicar que en el Reino de los cielos los enfermos, pobres y marginados son los preferidos del Señor. Y recordó como una jaculatoria el canto que acompaña a las procesiones: “Laudate, laudate, laudate Mariam!”.

Tras la homilía y la oración de los fieles que llevaron a cabo diversas representantes de la Hospitalidad de la Virgen de Lourdes de la Parroquia, tuvo lugar la administración del sacramento de la unción de los enfermos que así lo pidieron: con la imposición de manos de los presbíteros sobre quienes serían ungidos y la oración de bendición con el óleo santo consagrado en la misa Crismal, y se pidió la fuerza del Espíritu para que fortaleciera todos los enfermos.

Continuó la Eucaristía, al final de la cual se cantó gozosamente el Ave de Lourdes mientras los fieles sostenían sus cirios encendidos en sus manos evocando la procesión de antorchas que llena de emoción y de fe la tradicional peregrinación diocesana.

La diócesis de Urgell tiene previsto celebrar la Pascua del enfermo el 21 de mayo, en Andorra, y peregrinar a Lourdes los días 30, 31 de mayo y 1 de junio de 2022.

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