Visita Pastoral a Sant Julià de Lòria (3): Común y equipamientos comunales

La Visita Pastoral a la parroquia de Sant Julià de Lòria continuó el jueves 31 de octubre con la recepción oficial del Copríncipe episcopal Mons. Joan-Enric Vives Sicilia en el edificio histórico de Casa Comuna. Mons. Vives iba acompañado por el Representante personal, M.I. Sr. Eduard Ibáñez y fue recibido a las puertas del Común por los Cónsules de la Parroquia: Hble. Sr. Cerni Cairat y Hble. Sra. Sofía Cortesao.

A la entrada del Común le esperaba todo el Consejo de Común, a quien el Copríncipe saludó. También estuvieron presentes otras Autoridades vinculadas de la Parroquia como el Ministro de Relaciones Institucionales, Educación y Universidades, M.I. Sr. Ladislau Baró y varios Consejeros Generales, y de otras autoridades de Sant Julià, entre ellos el Embajador de la Santa Sede; así como por el Rector de la Parroquia, Mn. Josep Chisvert.

En la Sesión extraordinaria del Común, el Cónsul Mayor dirigió unas palabras de bienvenida al Copríncipe episcopal mostrándole su satisfacción por su Visita y por poder acogerlo como Copríncipe de Andorra así como su proximidad a la Parroquia laurediana en momentos muy significativos como la Romería de Canòlich, las ediciones del Canòlich Music, festival para jóvenes, o el hecho de ser el primero de los Comunes que el Copríncipe visitó durante la pandemia del cóvido19. El cónsul mayor ha resaltado el papel fundamental del común como «primera línea de la ciudadanía». Ha reivindicado las atribuciones de lo común en el ordenamiento urbanístico y en la provisión de servicios públicos, destacando su responsabilidad por hacer una parroquia «más amable y pacífica», con especial atención a los retos de la vivienda.

Durante su parlamento institucional, Mons. Vives destacó cómo era una alegría llevar a cabo una nueva visita pastoral a la querida Parroquia de Sant Julià de Lòria, por tercera vez en su pontificado. Subrayó cómo la visita pastoral es una antigua tradición de la Iglesia, que ofrece un momento privilegiado para que el Obispo se encuentre y se interese por la vida de los bautizados de cada parroquia. Para conocer sus necesidades y anhelos, animarles, ayudarles y estimularles en la fe y en la vida cristiana, para reforzar los vínculos de comunión y eclesialidad, para llevarles paz y esperanza. Sin embargo, la visita va también más allá de la comunidad cristiana, ya que es un momento de encuentro del Arzobispo y Copríncipe con todos los ciudadanos. Es una ocasión privilegiada para visibilizar los vínculos históricos que nos unen, para conocer la realidad, compartir y reflexionar juntos sobre las dificultades y los retos que vivimos, para ver cómo podemos afrontarlos conjuntamente, cada uno desde sus responsabilidades. Destacó la colaboración institucional muy importante y muy necesaria entre el Común y la Iglesia, ya que la Iglesia y las instituciones públicas, cada una desde sus respectivas misiones y responsabilidades, tienen el deber de cooperar al servicio del bien común. Cuando lo hacen, la convivencia, la cohesión social y la vida cultural se fortalecen. Esto no va en detrimento, al contrario, del respeto a la plena libertad de creencias de todos y al pluralismo social. También destacó la extraordinaria importancia de la misión y la labor confiada a los Comunes. De origen inmemorial, son pieza esencial del entramado constitucional consagrado por la Constitución y la Administración más cercana a la ciudadanía. Preservar su estabilidad, la calidad de sus servicios y su democracia interna nos hace un gran bien.

En un momento emotivo, el Arzobispo Vives expresó sus condolencias a las familias y amigos de la Comunidad Valenciana, en referencia a las recientes pérdidas de vidas humanas, y recordó las inundaciones que sufrió Andorra en 1982, en una muestra de solidaridad y empatía con las comunidades afectadas por catástrofes naturales.

El Comú obsequió al Copríncipe un bolígrafo institucional en reconocimiento a su visita, y una litografía numerada de Sergi Mas. Tras atender a los medios de comunicación, el Arzobispo, acompañado de los Cónsules y de los Consejeros de Común, prosiguió la visita a la Sala Sergi Mas, un espacio de exposiciones donde pudo visitar la exposición “Transhumancia, una tradición que perdura”. Al finalizar, una fotografía oficial en la puerta de la Casa común concluyó el acto.

Posteriormente, los Cónsules y los Consejeros mayor y menor acompañaron a Mons. Vives a visitar las obras del Centro Cultural y de Congresos Laurediano, que sufrió un grave incendio hace dos años, y que ya están muy avanzadas: se prevé que pueda volver a abrirse durante el año 2025. En el Comú de Sant Julià trabajan 150 personas, repartidas en diversas áreas, algunas ya en el edificio del Centro Cultural. La visita continuó en la Escola d’Art, la más veterana de Andorra, a la que asisten 200 alumnos de diversas edades a lo largo del curso en diferentes actividades. También visitaron el Servicio de Circulación, donde trabajan 25 agentes.

Tras el almuerzo se llevó a cabo la visita al Hogar de Loria con los Cónsules y los Consejeros Mayor y Menor, donde pudieron saludar a la coordinadora, Sra. Montse Cobo, y la presidenta de la Asociación de la Gente de Laurèdia, Sra. Paquita Barbero, los trabajadores, y los sesenta ancianos que utilizan las instalaciones habitualmente, que le explicaron las actividades que realizan a lo largo del curso. Le regalaron un libro-recopilación de memorias de la gente mayor. También visitaron la guardería, acompañado de su director, Sergi Salvadó, donde saludó a algunos de los 42 niños que acoge, de entre 0 y 3 años; y finalmente concluyó la jornada con la visita al Lau Esportiu, el centro de deportes, donde el director, Òscar Balcells, explicó que trabajan 15 personas fijas y 25 de manera esporádica según las actividades programadas, para personas de diversas edades.

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