Visita del Copríncipe Emmanuel Macron y encuentro de los dos Copríncipes en Andorra

El Arzobispo de Urgell y Copríncipe Episcopal, S.E. Mons. Joan-Enric Vives se reunió oficialmente con el Copríncipe y Presidente de la República de Francia, S. E. Emmanuel Macron, en la que era su primera visita institucional al Principado de Andorra, el viernes 13 de septiembre. En el exterior de la Casa de la Vall, la sede antigua del Consejo General de Andorra, Mons. Vives dio la bienvenida al Copríncipe Francés ante el monumento que conmemora los setecientos años de los primeros Pareatges, acuerdo firmado en 1278 entre Pedro de Urtx, Obispo de Urgell, y el conde de Foix Roger Bernat III, en virtud del cual se instauró en Andorra las bases del Coprincipado.

A continuación, ambos Copríncipes saludaron personalmente a los Consejeros Generales, miembros del Gobierno de Andorra, Cónsules y Consejeros de Común, y otras autoridades y representantes de las principales instituciones del país que les esperaban en la plaza del Consejo General. Ya en el interior de la Casa de la Vall, y en el despacho antiguo del Síndico, firmaron el Libro de Honor del Consejo y mantuvieron una reunión privada, acompañados de los respectivos Representantes Personales en el Principado, Mn. Josep M. Mauri y Sr. Patrick Strzoda.

Terminada la reunión, los copríncipes se situaron con los Consejeros Generales, que iban vestidos con el gambeto y el tricornio que conforman la indumentaria de gala, para la fotografía oficial de la jornada, y, al terminar, el Copríncipe Episcopal se despedió para volver al Palacio Episcopal, mientras que el Copríncipe Francés asistió a una sesión especial del Consejo General.

La Síndica General, M. I. Sra. Roser Suñé, abrió la sesión con un discurso en el que comenzó con una reivindicación explícita de los valores del parlamentarismo. «Parlamentaria es dialogar, manifestar opiniones y puntos de vista para alcanzar acuerdos en pro del bien común y el interés general. En catalán tenemos una palabra muy bonita,» parlar«, que en otros idiomas se traduce como «hablar» pero que incorpora el matiz de buscar la razón a partir de la palabra y, sobre todo, de la escucha. en una época en que la política se ve desprestigiada, somos los políticos y muy especialmente los parlamentarios los responsables de reivindicar estos valores, inseparables hoy de cualquier sociedad que quiera considerarse plenamente democrática».

La Síndica se refirió también al «principal reto» que tiene planteado hoy Andorra: «el encaje tanto con el entorno más cercano, que es el europeo, como en relación con el resto del mundo», dado que ningún país no puede ignorar hoy día los efectos de la globalización en todos los ámbitos ni vivir de espaldas a las realidades que le rodean. «Hace años que Andorra ha querido dejar de ser una excepción en el corazón de Europa. Efectivamente, Andorra ha emprendido el camino de la cooperación y la transparencia, un camino que no ha estado exento de dificultades. El proceso de transformación es lento, mientras el mundo avanza muy rápido. Es por eso que queremos agradecer, desde esta Cámara, el apoyo que nos brindáis como Copríncipe», afirmó la Síndica General.

Y concluyó su intervención agradeciendo la visita al Copríncipe Francés recordándole que es «depositario de una institución siete veces centenaria y, a la vez, una institución moderna que nos confiere estabilidad y la necesaria seguridad para encarar, con garantías de éxito, los retos que tenemos sobre la mesa […]. Deseo, pues, que os llevéis un buen recuerdo de vuestra estancia en el Principado y que continúe teniendo presente Andorra, tanto como Andorra tiene presentes a sus copríncipes».

Emmanuel Macron respondió con un discurso en el que hizo especial hincapié en las negociaciones que Andorra mantiene con la Unión Europea para alcanzar un tratado de asociación que respete las singularidades del Principado. Afirmó que «Andorra es Europa», no sólo por su situación geográfica sino porque son muchos los lazos que unen el Principado con las principales instituciones europeas a lo largo de la historia.

Y apelando a la historia hizo un rápido repaso de las visitas de sus predecesores en el cargo, desde que el General De Gaulle protagonizara la primera visita de un Copríncipe Francés en seis siglos, así como de los sucesivos acuerdos firmados con instituciones europeas desde del acuerdo comercial de 1980, para concluir que Andorra no debe tener ningún pesar que el acercamiento a la Unión Europea para que no debe suponer en ningún caso «ni diluir la identidad del Principado ni renunciar a sus singularidades», sino que, por el contrario, supone continuar construyendo una nación fuerte e independiente, empresa para la que ha ofrecido su apoyo institucional «desde el estricto respeto a la soberanía del pueblo andorrano».

Antes de llegar a la Casa de la Vall, la visita institucional del Copríncipe Macron había comenzado de buena mañana con la visita a los comunes de Canillo, Encamp y Sant Julià de Lòria; y después de la comida en la Casa Museo de Areny-Plandolit prosiguió con la visita a los Comunes de las otras cuatro Parroquias (Ordino, La Massana, Escaldes-Engordany y Andorra la Vella). A las siete corporaciones firmó en el libro de oro y departió brevemente con los Cónsules y Consejeros sobre diferentes cuestiones específicas de cada Parroquia, y asimismo pudo saludar a los ciudadanos que le esperaban en la calle.

La visita institucional del Copríncipe Francés finalizó con una alocución pública a los andorranos en la plaza del Pueblo de Andorra la Vella, en la que fue acompañado por el Jefe de Gobierno, M.I. Sr. Xavier Espot.

El Jefe de Gobierno fue el primero en tomar la palabra para destacar que la visita del Copríncipe era una magnífica ocasión para afianzar la larga tradición de pactos que ha marcado la historia de Andorra y para poner en valor las instituciones centenarias que han hecho de Andorra un país pacífico y próspero que sabe construir la unidad desde la diversidad.

Por su parte, el Copríncipe Macron comenzó agradeciendo la acogida recibida en Andorra y afirmando su profunda convicción en la institución del Coprincipado, y, consecuentemente, en las obligaciones que tiene como Copríncipe, de acuerdo con la Constitución del Principado de Andorra, entre las que, destacó, «garantizar la independencia» del país y la soberanía del pueblo andorrano.

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