El día 3 de diciembre el Arzobispo de Urgell y Copríncipe de Andorra, Mons. Joan-Enric Vives, acompañado por el Obispo coadjutor de Urgell, Mons. Josep Lluís Serrano, recibieron en el Palacio episcopal de La Seu d’Urgell al Comisionado para las Relaciones Interpirenaicas, Sr. Joan Ganyet Solé, que les ha presentado las responsabilidades y funciones de su cargo.
El Comisionado trabaja en coordinación con diferentes Administraciones para armonizar las políticas públicas de cooperación transfronteriza y diseñará actuaciones específicas para impulsar la actividad económica, social y en materia de infraestructuras y protección del medio ambiente en los Pirineos.
Además, el órgano, con sede en los Pirineos, también tiene como misión redefinir el papel de Cataluña dentro de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos para adaptarse a los retos y necesidades del territorio.
La Comunidad de Trabajo de los Pirineos es un consorcio formado por Cataluña, Aragón, Navarra y País Vasco; las regiones francesas de Nueva Aquitania y Occitania, y el Principado de Andorra. Su principal objetivo es contribuir al desarrollo de los Pirineos potenciando sectores como el turismo, la sostenibilidad y la innovación. El consorcio también desempeña un papel importante en la defensa de los intereses de la comunidad local y en la mejora de la calidad de vida de sus habitantes.
Nacido en 1946 en La Seu d’Urgell, Joan Ganyet es arquitecto de profesión y ha dedicado gran parte de su carrera profesional a la promoción y protección del paisaje, así como al desarrollo de políticas públicas vinculadas al entorno natural y urbano.
Ejerció como director general de Arquitectura y Paisaje de la Generalidad de Cataluña entre 2003 y 2010, período en el que fue una figura clave en la implementación de la Ley del paisaje de Cataluña.
Su experiencia en el ámbito interpirenaico se consolidó cuando fue secretario general de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (2005-2006) y, posteriormente, presidente de la Comisión Interpirenaica de Poderes Locales entre 2000 y 2022. Su conocimiento profundo de la región pirenaica le ha convertido en una figura relevante en las relaciones transfronterizas y en la defensa de los intereses locales.
