El domingo día 28 de julio, el Arzobispo de Urgell visitó la Parroquia de Santiago de Queralbs y celebró la Eucaristía dominical. Pudo saludar a una Concejala del Ayuntamiento de Queralbs, y los fieles que se acercaban en el domingo dentro de las fiestas del patrón de la Parroquia, entre ellos los que normalmente cuidan de tener a punto la iglesia parroquial y las celebraciones. Animó a sentirse Iglesia viva y ser firmes en la oración que salva el mundo y es intercesora para todos los hermanos y para todo el mundo.
Después el Arzobispo Joan-Enric encaminó con el tren Cremallera hacia el Santuario-Basílica de la Virgen de Nuria, patrona del Obispado de Urgell, donde saludó a los trabajadores de Ferrocarriles de la Generalitat, y a los sacerdotes y grupos de peregrinos que había, y presidió la solemne Eucaristía dominical. En la homilía recordó el valor de la intercesión de nuestro padre en la fe, Abraham, que intercedió por la ciudad, regateando con Dios su misericordia, e hizo notar cómo el Evangelio nos da la más bella y la más grande de las oraciones, el Padrenuestro. Jesús oraba y atraía a los discípulos hacia el Padre. Les dio la oración del Padrenuestro que debemos tener en gran estima y rezarlo todos los días y en muchas ocasiones. Y animó a captar el valor del pedir, llamar y buscar, para obtener el don del Espíritu Santo.
Remarcó que Nuria era un lugar del Pirineo catalán a 2.000 metros de altitud donde el pueblo cristiano desde hace muchos siglos ha venerado a la Santa Virgen, que nos da a su Hijo Jesucristo, que nos bendice y nos da el Evangelio, que va descalzo porque se hizo pobre por nosotros, para enriquecernos a todos, y que nos lo da a los peregrinos, excursionistas y devotos, para que podamos encontrar vida, fecundidad en buenas obras, y unión y amor a las familias.
Aprovechó esta visita para poder encontrarse con los niños y adolescentes del Esplai Gaspar de Portolà y con el sacerdotes que sirven el Santuario de Núria y las Parroquias de la Vall de Ribes de Freser.
