El día siguiente de hacerse pública la designación de Mons. Josep Lluís Serrano Pentinat como Obispo Coadjutor de Urgell, el nuevo Obispo coadjutor, acompañado del Arzobispo de Urgell, Mons. Joan-Enric Vives, quiso que su primera visita fuera al Santuario-Basílica de la Virgen de Núria, Patrona de la Diócesis de Urgell, como un signo de cariño y de poner su ministerio en manos de la Madre de Dios.
A su llegada a la estación de Ribes-Vila de Ribes de Freser, el Director de la estación de esquí y montaña de “Vall de Núria”, Sr. Toni Casals, recibió al Arzobispo Vives que le presentó Mons. Josep Lluís Serrano como su Obispo coadjutor. También estuvieron presentes un grupo de fieles de la parroquia de Ribes de Freser que quisieron dar la acogida y mostrar su cariño al nuevo Obispo, acompañados del sacerdote encargado de Vall de Ribes, P. Martín Nicolás Hinojosa y del diácono adscrito, Mn . Josep Montoya. Al llegar al Santuario-Basílica de la Virgen de Núria les esperaba Mn. Joan Perera, Cura custodio, que les acogió en el Santuario guiando una esmerada visita.
Al mediodía tuvo lugar la celebración de la Eucaristía en el Santuario, presidida por el Arzobispo Joan-Enric y concelebrada por el Obispo coadjutor, Josep Lluís.
En su homilía el Arzobispo Vives glosó las lecturas de la Palabra de Dios proclamadas en ese día. La primera lectura del libro del profeta Isaías afirmaba que la voz del Señor decía: «¿A quién enviaré? ¿Y quien irá por nosotros?» Yo respondí: «Aquí estoy: mándame». Mons. Vives quiso aplicar esta disponibilidad del profeta a la llamada que ha recibido Mons. Josep Lluís para convertirse en Obispo coadjutor de la Diócesis de Urgell y ante la comunidad de fieles reunida les animó a orar ya desde ahora por su ministerio como Obispo coadjutor y, un día, como Obispo de Urgell. Glosando el Evangelio de Mt 10,24-33 el Arzobispo Vives animó a Mons. Serrano Pentinat a “no tener miedo” y a dejarse conducir por el Espíritu Santo ya confiar en Dios, rico en misericordia, que le acompañaría en su ministerio pastoral.
Al terminar la Eucaristía, y después de cantar los gozos a la Virgen de Núria, el nuevo Obispo Coadjutor subió a venerar la sagrada imagen de la Virgen y pedirle su protección y ayuda.
Una comida de hermandad con los sacerdotes que se encargan de las parroquias del Valle de Ribes, concluyó la significativa visita como primer acto pastoral que el nuevo Obispo Coadjutor llevó a cabo.