“Tu vida, una misión” no es un lema más, sino una llamada profunda a descubrir que Dios nos ha creado con un propósito, que cada vida tiene un valor infinito y está llamada a transformar el mundo. La misión no es algo externo que añadimos, sino lo que da sentido a todo lo que somos. En el tiempo de Navidad, este aspecto adquiere una importancia especial.
Con Infancia Misionera invitamos a catequistas, familias y escuelas a ayudar a los niños a descubrir su identidad misionera, a reconocer sus talentos y a ponerlos al servicio del Evangelio, confiando en que Dios actúa a través de sus pequeños gestos. No se trata de esperar a ser mayores para evangelizar: la infancia es tierra de misión y de misioneros.
“Tu vida, una misión” es una propuesta para descubrir que ser misionero no es solo hacer cosas por los demás, sino ser luz desde lo que soy, vivir con sentido, caminar con Jesús y dejar huella. Es una invitación a que cada niño se reconozca protagonista, llamado y enviado, con su estilo, con su voz, con sus manos.






