Solemnidad de la Virgen Blanca de la Academia y Certamen Literario Mariano

El domingo 2 de octubre, cada año, es fiesta grande en la ciudad de Lleida al procederse la celebración de la Patrona de la ciudad, la Virgen Blanca de la Academia. Este año la Pontificia y Real Academia Bibliográfica Mariana de Lleida quiso rendir loor dentro del Certamen Literario Mariano que cada año organiza, a la Virgen de Meritxell, Patrona del Principado de Andorra en conmemoración del centenario de su coronación canónica. Por eso el sr. Obispo de Lleida, Mons. Salvador Jiménez Valls, y la Junta de la Academia, invitaron a presidir la Fiesta de la Virgen de la Academia, al Arzobispo de Urgell y Copríncipe de Andorra, Mons. Joan-Enric Vives que estuvo acompañado por el Vicario episcopal de Pastoral, Mn. Antoni Elvira y por el Secretario general Mn. David Codina. Concelebraron la Eucaristía también el Cura del Oratorio de la Virgen Blanca de la Academia, Mn. Gerard Soler y Mn. Àngel Escales. A la Eucaristía asistió una gran cantidad de fieles y el Excmo. Sr. Embajador de España en Andorra, Sr. Ángel Ros; el Concejal Fèlix Larrosa Piqué, en representación del Ayuntamiento de Lleida; la Presidenta de la Academia Bibliográfica Mariana, Sra. Yolanda Soria Villalonga y los miembros de la Junta de la Academia, así como los galardonados del Certamen Literario.

En su homilía el Arzobispo Joan-Enric glosó las lecturas de la Palabra de Dios proclamadas en la solemnidad de la Virgen de la Academia subrayando el gran mensaje de la anunciación del ángel Gabriel a María y su «sí», «fiat«, «hágase en mí». María es la criatura humana más excelsa ya que gracias a su «sí» y a su disponibilidad Dios pudo entrar en la historia a través de la encarnación. A ella le debemos traer a «el autor de la vida» y con su disponibilidad y entrega reparó todo el pecado de los primeros padres, Adán y Eva. María, en sus diversas advocaciones, la Virgen Blanca o la Virgen de Meritxell, es la Inmaculada, la pura, la llena de la gracia de Dios que nos lleva a Jesús, su Hijo, el Hijo de Dios. Por eso todos los cristianos veneramos a nuestra Madre del cielo con devoción intensa porque nos ayuda a creer, es el modelo de la fe, la gran creyente. María responde que sí al anuncio del ángel, «soy la esclava del Señor, que se cumplan en mí tus palabras» pero pregunta cómo será eso que el ángel le dice que acontecerá. La Virgen María nos enseña que Dios respeta siempre la libertad humana y que nos pide colaborar con Él desde nuestra libertad. Obedecerlo es fuente de libertad y de gozo.

El Arzobispo recordó cómo desde 1862 se fundó una de las instituciones más antiguas de Lleida, la Academia Bibliográfico Mariana, con el objetivo de enaltecer a la Virgen a través de la literatura y las artes, y extender su devoción, y también como al poco tiempo, en 1873, el Consejo General (el Parlamento) de Andorra, declaró a la Virgen de Meritxell como Patrona del Principado de Andorra. Posteriormente a petición del Obispo-Copríncipe Joan Benlloch, el 13 de mayo de 1914, la Virgen de Meritxell fue declarada por el Papa Pío Xè. Patrona de todo el Principado de Andorra.

Meritxell proviene de Lux Meridiae, luz radiante del mediodía, ya que la Virgen María es la luz que ilumina porque nos trae a su Hijo Jesús. En medio de las dificultades, de las crisis, de los problemas y legislaciones adversas a la cultura cristiana, debemos confiar en esa luz que nos trae María, y que nos da esperanza para no sucumbir ante las dificultades de la vida. Debemos confiar en María y en el Señor, y dejarnos llevar de su mano, como niños, confiando, incluso, a veces, sin entenderlo, sólo confiando.

El Arzobispo recordó cómo en 1972, hace 50 años, la noche del 8 al 9 de septiembre, a las pocas horas de haberse celebrado la festividad de la patrona, un incendio destruyó totalmente el Santuario y desapareció la Imagen estimada. El Pueblo andorrano no se dejó abatir, y construyó rápidamente un nuevo templo santuario, obra del arquitecto Ricard Bofill, en 1976. Mons. Vives animó a imitar esta resiliencia y a no dejarnos abatir a pesar de las dificultades de la vida. Finalmente, animó a los fieles a poner los ojos en la imagen de Santa María de Meritxell, que presenta a María como una reina sentada como Sedes Sapientiae, coronada, con el ojo divino en su corona, que tiene en su pecho al niño Jesús sin corona y descalzo, que sostiene en su mano izquierda el libro de los Evangelios y su mano se alarga para con los devotos peregrinos. La Virgen tiene unos ojos grandes y abiertos, lleva vestidos nobles aunque calza zuecos de humilde campesina andorrana, y su mano derecha, es desproporcionadamente grande, para indicar que la tiene extendida para con todo aquel que se acerca a Ella con devoción.

Al final de la Eucaristía se cantaron los gozos a loor de la Virgen Blanca de la Academia, cuya música es de Mn. Jordi Miquel Benavent, sacerdote de Urgell.

A continuación el Arzobispo Vives firmó el libro de honor de la Academia Mariana y recibió como agradecimiento una bella imagen de la Virgen Blanca de manos de la Presidenta de la Academia, Sra. Yolanda Soria Villalonga.

Acto seguido tuvo lugar el Certamen Literario Mariano a modo de Juegos florales anuales, este año dedicados a la Virgen de Meritxell, Patrona del Principado de Andorra. El Premio del obispo de Lleida Mons. Salvador Giménez y Flor Natural del Certamen, dotado con 600€, ha sido otorgado a David Llorens Poblador, de Lleida, por su poema Súplica Blanca, dedicado a la Virgen de la Academia como patrona y especial protectora de la ciudad de Lérida. El Jurado ha valorado: «El sentimiento mariano, la rica erudición, la búsqueda esmerada de la palabra adecuada y un discurso que fluye con la suave musicalidad interna».

El Premio del arzobispo de Urgell y copríncipe de Andorra Mons. Joan-Enric Vives, dotado con 600€, ha sido otorgado a Ernest Pibernat Bosch, de Avinyonet de Puigventós (Alt Empordà), por su poema Sota un roser silvestre (Bajo un rosal silvestre), dedicado a la Patrona de Andorra. El Jurado ha otorgado el Premio que concedía el arciprestazgo de los Valles de Andorra, dotado con 500€, a Oriol Solà Prat, de Santa Margarita de Montbui (Barcelona), por su poema Cent, són cent (Cien, son cien), dedicado a la Virgen de Meritxell en el Centenario de su coronación canónica.

Cabe destacar el Premio del embajador de España en Andorra y ex alcalde Lleida Àngel Ros, dotado con una pieza de arte que ha sido otorgar a Ascensión Ramona Ochoa Borell, de Lleida, por su composición titulada Retorn a la Verge de Canòlich (Retorno a la Virgen de Canòlich) .

El Premio que otorga el IEI, dotado con 500€, ha sido otorgado a Lluís Coll Gilabert, de Ivars d’Urgell, por su poema dedicado a la Virgen de l’Horta, de Ivars d’Urgell. Sin embargo, el Premio de la Paería de Lleida, dotado con 500€, ha sido otorgado a Ramon Gené y Capdevila, de Cervera, por su poema El perdó de la Verge del Blau (El perdón de la Virgen del Azul).

Finalmente el Premio de Prosa que otorga la Academia Mariana, dotado con 500€ al mejor trabajo escrito en lengua ucraniana que hiciera referencia a la ciudad mártir de Mariúpol, ciudad que lleva el nombre de la Virgen María, ha sido otorgado a la ucraniana Tetyana Filimonova, de Torredembarra. El Jurado ha destacado de su trabajo: “Un lenguaje que brilla por su riqueza de imágenes y metáforas. El texto vuelve a dar vida a la ciudad destruida de Mariúpolo, tejiendo un discurso donde se entrelazan los sentimientos de dolor y esperanza.”.

El Jurado ha decidido también conceder una Mención Honorifica “ex aequo” a los hermanos Eugenia Filimonova y Oleh Filimonova. En ellos el Jurado quiere homenajear a todos los niños que sufren la violencia de las guerras y muy especialmente a los niños ucranianos refugiados en el país.

El Certamen tuvo como mantenedora del Certamen a la Dra. Montserrat Esquerda, pediatra del Hospital San Juan de Dios, directora del Instituto Borja de Bioética de la Universidad Ramon Llull y profesora de Bioética de la Facultad de Medicina de la Universidad de Lleida.

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