La reunión de delegados diocesanos de Medios de Comunicación coincidió en su inicio con la entrega de premios Bravo de la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales, que contó con la asistencia de obispos miembros de la Comisión presididos por Mons. José Manuel Lorca y por el Nuncio en España, Mons. Bernardito Auza.
En los Premios Bravo habló en nombre de los galardonados Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, Arzobispo de Burgos, que recogió el Premio ¡Bravo! Especial, que recibió la Fundación VIII Centenario de la Catedral de Burgos. Con la entrega de estos galardones, que ha llegado este año a su 53 edición, se reconoce por parte de la Iglesia la labor meritoria de profesionales en diferentes medios de comunicación y difusión en su servicio a la dignidad del hombre, los derechos humanos y los valores evangélicos.
Este año fueron galardonados:
- Premio ¡Bravo! Especial a la Fundación VIII Centenario de la catedral de Burgos. Desde 2018 esta Fundación ha organizado encuentros y eventos para poner en valor una de las catedrales Patrimonio de la Humanidad y orgullo de la ciudad de Burgos. Con una labor de comunicación intensa y extensa ha procurado atraer a ella las miradas de sus conciudadanos e impulsar la catedral y su entorno como punto de interés religioso, cultural, artístico y turístico. Su vocación ha sido unir a la ciudad de Burgos en torno a la celebración del VIII Centenario de la Catedral, con diversos proyectos de carácter cultural y social que se han prolongado durante 2021 y 2022.
- Premio ¡Bravo! de Prensa a Jorge Bustos, columnista de El Mundo. Como ir, ver, escuchar y contar es la función del periodista, Jorge Bustos toca todos los palos como articulista, reportero, entrevistador, crítico literario y actualmente jefe de Opinión del diario El Mundo, además de tertuliano en otros medios de comunicación. Su firma en el periodismo político es ya una de las más reconocibles del columnismo actual, donde desdice el afán de halagar los oídos de ciertos sectores y evidencia que el sentido de la realidad no se hereda, se conquista. Es particularmente en el formato de la columna donde Jorge Bustos tira de pasión por la historia y la filología, para ayudar a sus lectores a ser ciudadanos conscientes, particularmente en su búsqueda por alcanzar una vida más digna y menos injusta y resaltando en todo momento la verdad y la solidaridad que son necesarias.
- Premio ¡Bravo! de Radio a César Lumbreras, director de «Agropopular», en COPE, por ser la referencia informativa y humana para los cientos de miles de oyentes que cada sábado se congregan en torno a su programa de radio. César Lumbreras es la voz imprescindible de los agricultores, de los ganaderos, del medio rural, de la «España vaciada». «Agropopular» lleva 39 años en antena y César Lumbreras sigue trabajando con la ilusión y empuje del primer día -sin faltar un solo sábado a su cita en estas cuatro décadas-. Así continúa innovando y viajando constantemente, llevando el micrófono de «Agropopular» a todos los rincones de España y poniendo en valor su riqueza y la de sus habitantes.
- Premio ¡Bravo! de Televisión a Almudena Ariza, de TVE. Reportera de raza ha llevado a la pantalla las pequeñas historias de los grandes acontecimientos de nuestra historia reciente. Ha puesto voz y explicado conflictos difíciles de entender y ha acercado la voz de sus protagonistas hasta nuestros hogares. Las corresponsalías en Pekín, París o Nueva York y sus constantes viajes por el mundo de la noticia desde Ucrania a Corea del Sur demuestran que este periodismo sigue siendo valioso, necesario y oportuno para construir sociedades libres.
- Premio ¡Bravo! de Comunicación digital a “Una visita para la historia”, especial de ECCLESIA sobre Juan Pablo II que recuerda el cuarenta aniversario del paso del Papa Santo por España en 1982. Después de un amplio trabajo de investigación, el proyecto refleja con las capacidades del entorno digital desde sus discursos, imágenes y audios, hasta los testimonios de personas que tuvieron ocasión de vivir aquellos días con un gran sentido pastoral.
- Premio ¡Bravo! de Cine a Adolfo Blanco, presidente de a Contracorriente Films, por haber impulsado la presencia en España de la serie americana The Chosen, sobre los primeros discípulos de Jesús. Él adquirió los derechos, promovió la traducción de la serie al castellano de España y la situó en una plataforma española. Asimismo, ha estrenado la serie en salas de cine, ofreciendo al público la posibilidad de disfrutarla en una calidad imposible de alcanzar en televisiones u otros dispositivos.
- Premio ¡Bravo! de Música a Manuel Carrasco. Cantante y compositor de historias de gran talento musical y reconocido prestigio por sus ya once álbumes, cientos de conciertos y centenares de miles de seguidores. En sus composiciones destaca la importancia de la familia, del amor entregado, de la generosidad de vida e integra calidad musical, un directo importante y unas letras que convierte en versos.
- Premio ¡Bravo! de Publicidad a “La vida, el deporte que más amamos”, campaña de Ogilvy para Decathlon. Esta campaña ha sabido mostrar el valor del deporte para la vida humana a través del vínculo que quienes lo practican establecen con él. Con la cuidada producción del spot, en la que la letra de la canción y su vínculo con las imágenes en pantalla, se propone un nuevo significado asociado a la experiencia vital de quienes practican el deporte y al propio compromiso de la marca con sus públicos y con la sociedad. Con este trabajo anunciante y anunciado han sabido aprovechar la celebración del aniversario en nuestro país para trascender la práctica deportiva y ofrecer los valores inmateriales que engrandecen dicha práctica.
- Premio ¡Bravo! de Comunicación diocesana a Alberto Cuevas, delegado de comunicación de la diócesis de Tuy Vigo. Siendo joven sacerdote fue enviado a estudiar Periodismo en Pamplona y desde su vuelta, hace más de cuarenta años, ejerce como delegado de medios de su diócesis. Es conocido y reconocido por todos los periodistas a los que sirve con profesionalidad y con espíritu evangélico, siendo experto en el difícil equilibrio de servir a la Iglesia y de servir a los periodistas, para satisfacción de ambos.