El 20 de junio un numeroso grupo de unos 150 peregrinos de la diócesis hermana de Perpiñán-Elna, peregrinó al Santuario de la Virgen de Núria para visitar a la Virgen María en una jornada de espiritualidad vivida.
Celebraron una Misa bien participada y cantada con acompañamiento de órgano, dedicada a la Virgen, y presidida por Mn. Étienne Lafaye, Delegado Diocesano de Peregrinaciones, y concelebrada por otros cuatro sacerdotes, y asistida por cuatro diáconos permanentes, donde predicó Mn. Francis Waffelaert, Canciller del Obispado.
Los cantos resonaban potentes y la devoción a la Virgen de Núria en las tierras catalanas de más arriba de la raya de Francia quedó patente, especialmente con el canto de los Gozos populares.
Después de un almuerzo de hermandad, los peregrinos visitaron la Ermita de San Gil, donde la tradición nurienca sitúa la cueva donde habitó el santo y que se convirtió después en el escondite de la santa Imagen junto con la Campana, la Cruz y la Olla, los tres símbolos nurenses fabricados por el eremita atenienco.
De nuevo en la Basílica para una Celebración Mariana, los peregrinos rezaron con la Palabra de Dios, se consagraron a María, y recitaron juntos una oración a la Virgen de Núria de nuestro Arzobispo Joan-Enric del año 2007. A la hora de la despedida los rostros expresaban alegría y agradecimiento por la experiencia vivida.