Un total de 800 personas peregrinaron de Montserrat a Roma entre el 6 y el 9 de octubre para conmemorar los ocho siglos de la fundación de la Cofradía de la Virgen de Montserrat. Durante la peregrinación, que ha sido la más importante que ha hecho Montserrat a Roma desde el año 1950, los cofrades y obispos de Cataluña fueron recibidos en audiencia por el papa Francisco. Entre ellos participó Mons. Joan-Enric Vives.
La peregrinación constó de un intenso programa de actividades que empezó el viernes 6 de octubre a las 17h en la plaza Santa Maria in Trastevere con un baile de Sardanas por la paz. Seguidamente, a las 18h, tuvo lugar el Rosario procesional en la Basílica de Santa María, presidido por el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, y los obispos de la Tarraconense. El último acto del día fue una oración con la comunidad de Sant Egidi a las 20h.
El sábado 7 a las 10 de la mañana el papa Francisco recibió a los cofrades y obispos de Cataluña en el Patio de San Dámaso, lugar emblemático del Vaticano donde tradicionalmente se da la bienvenida a los visitantes oficiales del Papa. Mons. Vives, junto con los otros obispos de Catalunya, pudo saludar al Papa.
Y por la tarde, la plaza de San Pablo extramuros acogió el estreno de la sardana por la paz compuesta para la ocasión por el músico y sacerdote igualadino Valentí Miserachs. A las 18.30h tuvo lugar la exposición fotográfica «Virgo Serena», una muestra itinerante del Museo de Montserrat que consta de 15 fotografías de gran calidad de la imagen de la Virgen de Montserrat realizadas por Lluís Casals. A las 19h, llegó uno de los momentos más esperados, con el concierto de la Escolanía en la Basílica de San Pablo extramuros.
Las actividades del grupo prosiguieron el domingo 8 con la asistencia al rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro. Y a las 13h, el cardenal y arzobispo de Barcelona, Joan Josep Omella, presidió la misa en la basílica de San Pedro. A las 17h se llevó a cabo la ofrenda floral y una visita espiritual a la Iglesia de Nuestra Señora de Montserrat de Roma.
Los actos concluyeron el lunes por la mañana con una misa de Réquiem por los cofrades difuntos, presidida por el P. Abad de Montserrat, Manel Gasch Hurios, en la Basílica de Santa María Mayor.
La Cofradía de la Virgen de Montserrat la forman los creyentes que, teniendo como punto de referencia el Santuario de Montserrat, se unen para estimularse mutuamente en su peregrinación hacia Dios. Es una comunión de oración del santuario: los monjes y los peregrinos presentes encomendamos a Dios quienes, estando lejos, se sienten unidos.
