Más de 200 personas hicieron posible este año la Pasión Viva de Oliana.
El pueblo de Oliana se volcó de nuevo en la escenificación de la Pasión de Cristo en cuadros plásticos, desde su entrada a Jerusalén hasta la crucifixión y el descendimiento. Con una esmerada puesta en escena, la organización dispuso los diversos cuadros a lo largo de la calle mayor del casco antiguo, el entorno de la iglesia parroquial, hasta llegar a la Plaza del Lledoner, donde la escena de la crucifixión y el descendimiento, ponían punto y final al recorrido.
Más de un millar de personas siguieron el recorrido en silencio, acompañados por las antorchas situadas a ambos lados de la calle, que daban luz a un camino sin luz artificial, para permitir una ambientación y un recogimiento mayor.
Antes de la celebración de la Pasión Viva, se llevó a cabo la Procesión del Silencio, también con gran recogimiento y devoción. Éste es uno de los momentos que el pueblo de Oliana vive con más emoción y es muy propio de esta parroquia de Sant Andreu de Oliana. Al terminar la procesión del silencio, se iniciaron los preparativos de la escenificación de la Pasión Viva, en la que participa la gran mayoría de los vecinos, ya sea como actores o como personal de apoyo y de concejalía.