El sábado 15 de julio en la Catedral de Ávila tuvo lugar la ordenación episcopal del nuevo Obispo de Ávila, Mons. Jesús Rico. Las principales autoridades de la capital y la provincia se hicieron presentes. Numerosos Obispos, Arzobispos o obispos eméritos además de sacerdotes acompañaron al nuevo Obispo en su ordenación episcopal, entre ellos el Arzobispo de Urgell Mons. Joan-Enric Vives.
El inicio de la celebración corrió a cargo del Nuncio de Su Santidad, Mons. Bernardito C. Auza, para después dar el testigo al Cardenal Ricardo Blázquez, principal ordenante. Tras la lectura por parte del Canciller de las Letras Apostólicas, el Cardenal Blázquez comenzaba su homilía, con palabras cariñosas para el todavía obispo electo de Ávila, de quien recordó cómo se conocieron en la Universidad Pontificia de Salamanca, siendo profesor y alumno, respectivamente.
La celebración prosiguió como estaba previsto. Tras la oración y las letanías, llegaba el momento clave, con la entrega de los signos episcopales, y la unción de la cabeza del nuevo obispo que, como destacábamos al inicio, se sentaba en la Cátedra entre los aplausos de los asistentes.
A partir de ese momento, ya era Mons. Rico quien presidía la Eucaristía. Tras la Comunión, recorrió las naves de la Catedral, acompañado de los otros dos obispos Operarios que hay en España, el de Coria-Cáceres (Mons. Jesús Pulido) y el de Basbastro-Monzón (Mons. Ángel Pérez Pueyo). Todo entre los aplausos y el cariño de los fieles, que lograron arrancar la sonrisa del nuevo obispo. El primer saludo, el más emotivo, para su madre, que ocupaba la primera fila.