Mons. Vives y Mons. Serrano asisten a la Misa de inicio del pontificado del Papa León XIV celebrada en la Plaza de San Pedro

Mons. Joan-Enric Vives, Arzobispo de Urgell y Copríncipe de Andorra, ha asistido junto con el Obispo Coadjutor, Mons. Josep-Lluís Serrano, a la Misa de inicio del pontificado del Papa León XIV, celebrada en la Plaza de San Pedro la mañana del domingo 18 de mayo.

Esta Eucaristía ha marcado el inicio oficial del ministerio de León XIV como sucesor de Pedro y Obispo de Roma. El Arzobispo de Urgell y Copríncipe de Andorra, Mons. Joan-Enric Vives, ha encabezado la delegación institucional del Principado de Andorra, que ha asistido a la celebración junto con las 150 delegaciones de todo el mundo representadas hoy en la ceremonia: Jefes de Estado, autoridades religiosas y representantes de diversas confesiones.

Antes del inicio, el Papa León XIV ha saludado a los fieles recorriendo en Papamóvil distintos sectores de la Plaza de San Pedro.

Desde el altar de la Confesión, situado en el centro de la Basílica de San Pedro en el Vaticano, donde se alza el baldaquino de Gian Lorenzo Bernini, el Papa León XIV ha descendido por las escaleras junto con los Patriarcas de las Iglesias Orientales hasta la tumba de San Pedro, donde se ha detenido unos minutos en oración.

Celebración

A continuación, los diáconos han tomado el palio, el anillo del pescador y el libro de los Evangelios, y los han llevado juntos en procesión. Estos signos del ministerio petrino preceden al Papa, portados con solemnidad, como expresión visible del servicio, la autoridad espiritual y el anuncio del Evangelio que el sucesor de Pedro está llamado a ejercer en la Iglesia universal.

La procesión se ha dirigido hacia la Plaza de San Pedro desde el interior de la basílica, con el solemne canto de las Laudes Regiæ, una forma particular de letanía de los santos en la que se pide su intercesión por el nuevo Santo Padre. El Papa León XIV, después de incensar el altar y la imagen de la Virgen María, ha iniciado la celebración eucarística.

Uno de los momentos más significativos de la Misa de inicio del pontificado ha sido la proclamación del Evangelio en dos lenguas: griego y latín. Con ello se expresa la unidad de la Iglesia y se subraya que el sucesor de Pedro es el Papa tanto de los católicos latinos como de los orientales.

Palio y anillo

Durante los días previos a la Misa de inauguración del pontificado, León XIV ha utilizado su anillo episcopal de cardenal. No lo ha llevado en la celebración, porque hoy ha recibido el anillo del pescador en el rito de inicio de su ministerio petrino. Este anillo, en el que figura grabado su nombre, simboliza su misión como sucesor del apóstol Pedro. Antiguamente se utilizaba como sello para autenticar documentos pontificios.

También el palio, distintivo litúrgico de los arzobispos metropolitanos y, en el caso del Papa, símbolo de su autoridad pastoral universal. El palio es una banda estrecha de lana blanca que se coloca sobre los hombros, con dos extremos negros colgantes —uno delante y otro detrás— que evocan la forma de la letra «Y». Está decorado con seis cruces de seda negra y tres agujas que representan los clavos de la cruz de Cristo. Su imposición recuerda el encargo que recibió Pedro de guiar el rebaño de Cristo y su sucesión ininterrumpida en la sede de Roma.

Después de este rito, la celebración de la Misa de inicio del ministerio petrino incluye un gesto particularmente significativo: la acogida al nuevo Papa por parte del Pueblo de Dios representado por diversos fieles.

El Papa ha pronunciado a continuación la homilía, en la que ha pedido promover la unión y la comunión entre las personas, y trabajar por la paz y la concordia en el mundo. Ha recordado al inicio, y también en los agradecimientos al final, al Papa Francisco, para remarcar la certeza de que el Señor nunca abandona a su pueblo. El Papa León XIV se ha presentado como un hermano que quiere caminar con el pueblo «por el camino del amor de Dios, que nos quiere a todos en una misma familia», y ha señalado que el amor y la unidad son las dos dimensiones que Jesús anunció a Pedro; y ha abogado por una Iglesia unida como signo de unidad y de comunión, que desea convertirse en fermento de un mundo reconciliado. Ha concluido señalando que esta es «la hora del amor» y ha animado a amarse los unos a los otros, recordando las lecturas de ese domingo.

A la Misa de inauguración del pontificado, que ha marcado oficialmente el inicio del servicio de León XIV como Obispo de Roma y sucesor de San Pedro, han asistido unos 150.000 fieles, que han llenado la Plaza de San Pedro y la Vía de la Conciliación, y que han recibido sus palabras de bendición y saludo final, en las que ha agradecido a las delegaciones de todo el mundo y a los peregrinos que han asistido a la celebración.

Al finalizar la celebración, las delegaciones de cada país, incluida la de Andorra, han podido saludar al Santo Padre León XIV.

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