María Dolorosa nos enseña a vivir la Pasión de Cristo

El viernes haremos memoria popular de la Virgen de los Dolores, devoción muy sentida en nuestras tierras. La devoción a la N. Sra. de los Dolores se centra en los llamados Siete Dolores de María, que simbolizan los momentos más dolorosos de su vida: La profecía de Simeón (Lc 2,25-35); La huida a Egipto (Mt 2,13-15); La pérdida de Jesús en el templo (Lc 2,41-50); El camino al Calvario (Lc 23,27-31); La crucifixión y muerte de Jesús (Jn 19,25-30); El descendimiento de Jesús de la cruz (Lc 23,50-54); y la sepultura de Jesús (Lc 23,55-56). Acerquémonos a la Semana Santa ya cercana de la mano de María. Ella que “lo guardaba todo en su corazón y lo meditaba” (Lc 2,19) nos será Madre y Maestra de fe pascual.

  • María es la Madre de Jesús, que lo ama, lo da, le ayuda a crecer, le acompaña en su ministerio… Pero sobre todo lo es porque fue la primera discípula suya: creyó en Él, le hizo caso, y fue fiel en su seguimiento. María, ¡ayúdanos a mantenernos fieles a Cristo en los momentos de pasión y de cruz!
  • María pasa la prueba más dura, cuando como madre ve crucificar a su hijo amado. No lo aceptan; le abandonan hasta los más amigos; le hacen daño; lo rechazan; lo azotan y escarnecen; le juzgan injustamente; le condenan; y finalmente lo pasean por la ciudad y desnudo lo crucifican. María, ¡haznos fuertes en las grandes humillaciones y pruebas de la vida!
  • Se afirma en la tradición cristiana antigua que Jesús encontró a María en el Camino del Calvario. Madre e Hijo se abrazan; dos corazones muy grandes y llenos de amor: de amor divino y humano, de amor viril y amor femenino y maternal; los dos quieren servir a la humanidad; los dos se aman y se dan a todo el mundo por amor; se ofrecen al Padre… María, ¡muéstranos siempre el camino del amor más grande a Dios ya los hermanos!
  • María acompaña a Jesús en silencio hasta la Cruz y se está de pie, orando. Llenó de sentido el silencio y la oración, ante las cruces de quienes sufren y en el propio sufrimiento, cuando toda acción parece impotente. El silencio es una manera muy humana y tierna de amar, de orar… ¡Cuántos silencios amorosos de madres que sufren por sus hijos… María, ¡enséñanos el sentido del silencio, de la oración y de la intercesión por quienes sufren!
  • María en la Cruz recibe de labios de Jesús su misión de Maternidad hacia el discípulo amado y, en él, de todos los discípulos que iríamos llegando. “Aquí tienes a tu hijo, aquí tienes a tu Madre…”. Madre nuestra desde la Cruz, y misterio profundo de la Iglesia. María, prototipo de toda la Iglesia que se mantiene fiel y esperanzada… María, ¡protégenos como hijos vuestros y caminen siempre con nosotros!
  • Y no olvidemos nunca que María firme, silenciosa, creyente y perseverante, esperó la Resurrección de su Hijo. Ella nos enseña a no desanimarnos, a saber esperarlo todo de Dios, a creer en la Vida, y a ser fuertes y pacientes en la tribulación. Ella que, ya en la Anunciación, había escuchado que a Dios nada le es imposible, ahora se mantiene expectante y confiada en la Resurrección. María, ¡sé para todos Madre de fe, de esperanza y de perseverancia!

Vivamos bajo la enseñanza de la Virgen María estos días santos de la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Cristo. De pequeñas vacaciones o en casa, trabajando o con tiempo de reposo, los cristianos nos distinguimos porque vivimos los días Santos participando en los actos comunitarios de oración a los que la Iglesia nos convoca.

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Feliz y Santa Navidad
d’Amic e Amat
Feliz y Santa Navidad
És el Cadí la serralada enorme
ciclòpic mur en forma de muntanya
que serva el terraplè de la Cerdanya
per on lo Segre va enfondint son llit.
Resclosa fóra un temps d'estany amplíssim,
a on, en llur fogosa jovenesa,
aqueixos cims miraven la bellesa
de
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