Las reliquias de Santa. Bernardette se despiden de la Diócesis en el Hogar San José (y 3)

El lunes 25 de noviembre a la Misa del Hogar de Stan José de La Seu d’Urgell tuvo lugar el último acto de despedida de las reliquias de Sta. Bernadeta que desde el sábado pasado fueron acogidas por la Diócesis de Urgell en Balaguer y en La Seu d’Urgell.

Con la presencia de las Religiosas de los Hermanos Desamparados, los residentes de El Hogar de San José y de un buen grupo de fieles de la ciudad de La Seu d’Urgell, el Arzobispo de Urgell, Mons. Joan-Enric Vives, presidió una solemne Eucaristía en loor de Sta. Bernardette en la que concelebraron el Vicario General de la Diócesis, Mn. Ignasi Navarri y Mn. Jordi Miquel, Mn. Joan Días y Mn. David Codina.

En su homilía el Arzobispo destacó cómo toda la Diócesis había acogido con alegría la presencia de las reliquias de Sta. Bernardette al cumplirse los 175 años del nacimiento de la santa y el 140 aniversario de su muerte. Describió la vida de Sta. Bernardette como aquella chica joven y humilde que supo vivir la santidad en lo ordinario y de una forma humilde y discreta y subrayó cómo es un ejemplo especialmente para los enfermos y personas con discapacidad y otros achaques o cruces de la vida. Ella supo hacer realidad en su vida lo que el Apóstol San Pablo describe en la primera carta a los Corintios (1 Co 1,26-31): «Dios, para confundir a los sabios, ha escogido a los que el mundo tiene por débiles y a quienes, a los ojos del mundo, son gente de clase baja, gente de la que nadie hace caso; para destituir a quienes son algo, ha escogido a los que no valen para nada«. La vida de Sta. Bernardette fue como el «grano de trigo que cuando cae al suelo no muere sino que da mucho fruto«. Un fruto que ha hecho que Sta. Bernardette sea venerada con mucha devoción por tantos y tantos cristianos de todo el mundo y de una manera especial lo están haciendo ahora los que pueden contar con la presencia física de sus reliquias que el pasado 1 de septiembre hasta esta Navidad están en una peregrinación por las Diócesis de España.

Al final de la Misa los fieles pudieron venerar las reliquias mientras se cantaba con mucha fe y devoción el Ave de Lourdes.

Después, las reliquias de la Santa, abandonaron la Diócesis de Urgell para dirigirse a su nuevo destino que será el Obispado de Lleida.

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