La Guardería Francesc Xavier de La Seu d’Urgell celebra 60 años de trayectoria al servicio de las familias y de la comunidad. Con el nombre de San Francisco Javier, el centro es un proyecto educativo creado con valentía y entusiasmo, pensado para encender chispas de luz en la sociedad y fomentar los valores cristianos, la convivencia, la solidaridad y el respeto.
A lo largo del curso 2024-2025, los niños han participado en un amplio abanico de actividades culturales, patrimoniales y sociales, descubriendo la ciudad: han visitado la Parroquia de Santa Magdalena, explorando los rincones del templo de la mano de Mn. Jordi Miquel y del barrio; la Residencia Sagrada Familia, para conocer el legado de la beata Anna Maria Janer de la mano de la Madre Tomasa; la Residencia San José, compartiendo momentos con las Hermanitas de los Ancianos Desamparados y con los abuelos residentes; el Seminario Diocesano de Urgell, realizando un recorrido simbólico por su historia; Cáritas Diocesana de Urgell, para aprender cómo la solidaridad transforma vidas; la Catedral de Santa María de Urgell el día de San Jorge, ofreciendo una rosa y encendiendo velas como gesto de oración por la paz; y han descubierto la joya patrimonial del Retablo de San Ermengol, escuchando las explicaciones de la Asociación que conserva esta tradición desde 1957. Además, el personal de la Guardería ha participado en representación de la entidad en la VI Jornada Diocesana.
El personal de la Guardería Francesc Xavier participó con mucha ilusión en la VI Jornada Diocesana. El photocall que prepararon, con la mitra, la guardia suiza y la paloma de la paz, simbolizaba el inicio del episcopado del obispo Josep-Lluís Serrano y el lema de la Jornada “Caminamos con esperanza”. Como explicaba Diana Aguilar, directora de la entidad, en una entrevista en el número 517 de la revista Església d’Urgell: “Nos hacía mucha ilusión venir a la jornada y compartir este día con todos, porque nosotros somos una rama del Obispado. Desde la Fundación Francesc Xavier nos sentimos parte de esta comunidad y nos gusta poder compartir nuestra labor con nuestra gente. Este año, además, celebramos los sesenta años de la fundación y ha sido un año muy especial: toda la ciudad se ha volcado, de verdad. La gente nos ha acogido muy bien y ha querido mucho a estos niños, que precisamente es el cariño que les hace falta de todos. Para nosotros, eso es lo más importante: conseguir que estos niños se sientan queridos.”
Los niños han visitado Cáritas Diocesana de Urgell, un espacio donde la solidaridad toma forma cada día. Han descubierto cómo la entidad apoya a familias de nuestra Guardería y a personas vulnerables, ofreciendo alimentos, ropa, orientación laboral y, sobre todo, esperanza. Han visitado las salas donde, con la ayuda de los voluntarios, se imparten talleres de costura, cursos de catalán y refuerzo escolar para jóvenes y niños, facilitando su integración y crecimiento personal. Esta experiencia les ha permitido entender que la solidaridad es mucho más que un gesto: es un compromiso que une y transforma la comunidad.
Los niños, sentados en la capilla del Seminario Diocesano de Urgell, escucharon atentamente las explicaciones del obispo emérito, Mons. Joan-Enric Vives, y del rector, Mn. Gabriel Casanovas. Durante la sesión conocieron los orígenes del edificio, las reformas realizadas y el significado de los símbolos presentes en la capilla y en el resto del seminario. Esta visita les permitió hacer un “recorrido” simbólico por la historia y la vida de este espacio histórico, descubriéndolo con curiosidad y respeto.
Los niños visitaron el Hogar San José, donde compartieron momentos con las Hermanitas de los Ancianos Desamparados y con los abuelos residentes. Cuando pequeños y mayores se encuentran, la inocencia de los niños y la experiencia de los abuelos crean momentos de afecto que perduran. Los juegos, las sonrisas y las conversaciones espontáneas convirtieron cada instante en un tesoro, demostrando cómo la presencia de los niños ilumina la vida de los mayores y multiplica la felicidad compartida.
Durante la visita a la Residencia Sagrada Familia, los niños descubrieron el legado de la beata Anna Maria Janer y su dedicación a los más necesitados de la mano de la Madre Tomasa. Recorrieron los jardines, las instalaciones y tuvieron la oportunidad de hacer una oración ante su sepultura, un momento de recogimiento y respeto. Esta experiencia les ayudó a comprender que servir es una forma de amar, y que la fe y el amor pueden transformar la vida en un regalo para los demás.
En la Parroquia de Santa Magdalena, los niños vivieron momentos de fe, aprendizaje, descubrimiento y música. Exploraron los rincones del templo con Mn. Jordi Miquel, conociendo la sacristía, las salas de catequesis, las imágenes antiguas, las vidrieras y la pila bautismal. Como punto culminante de la visita, pudieron escuchar a Mn. Jordi tocar el órgano. Aprovechando la festividad de San Juan, también pasearon por el barrio, visitando las panaderías y compartiendo risas y juegos en la plaza Codina, aprendiendo que antes de conocer un lugar, hay que sentirlo propio.
Lourdes Romero, del Retablo de San Ermengol, visitó la Guardería para explicar a los niños y a sus familias la importancia del Retablo de San Ermengol, una joya cultural y patrimonial de La Seu d’Urgell. Esta representación medieval de carácter religioso, en la que el Obispado de Urgell colabora en la producción, recuerda la figura emblemática de San Ermengol, obispo de Urgell entre 1010 y 1035. La Asociación del Retablo de San Ermengol conserva y organiza el espectáculo desde su creación en 1957.
Los niños fueron al paseo Joan Brudieu el día de San Jorge, en un ambiente festivo de libros, rosas y sonrisas. Compraron una rosa y se dirigieron a la Casa del Obispado, donde los recibió el entonces Obispo Coadjutor de Urgell, Mons. Josep-Lluís Serrano. A continuación, visitaron el claustro y la Catedral, donde dejaron la rosa a la Virgen de Montserrat y encendieron una vela, haciendo un gesto simbólico de oración por la paz en el mundo.
