En estos días, hasta que culmine a primeros de agosto, jóvenes de toda Europa se encaminan en peregrinación a pie a Santiago de Compostela, para vivir una experiencia de fe, fraternidad y comunión europea en este Año Santo jacobeo. Es la Peregrinación Europea de Jóvenes (PEJ) del 3 al 7 de agosto. Los jóvenes de Urgell también participan junto a los procedentes de todas las Diócesis catalanas. Y muchos Obispos, como yo mismo, nos haremos presentes para acompañarlos y para aprender, sinodalmente, a caminar juntos con los jóvenes, que siempre es parábola de la vida del cristiano, peregrino en un mundo que pasa.
El camino de Santiago ejerce actualmente una gran atracción a todo tipo de gente. Muchos son peregrinos de fe, siguiendo a Cristo, y buscando luz en el silencio, el esfuerzo sacrificado, la perseverancia, la fraternidad… Quizás otros buscan deporte, turismo, superación, búsqueda de sentido, espiritualidad… Se camina hacia el sepulcro del apóstol Santiago, el primero que murió por Cristo y por su Evangelio.
Todo empezó hacia el año 813, cuando se encontraron las reliquias del apóstol en Compostela, siendo rey de Asturias Alfonso II el Casto y emperador de Occidente, Carlomagno. Un ermitaño llamado Pelagio o Pelayo, vio una estrella suspendida en el bosque. Después de comunicarlo al obispo de Iria Flavia, Teodomiro, descubrieron en el centro del bosque una antigua capilla con los restos del apóstol. El rey mandó edificar una pequeña iglesia, que con los años se transformó en la Catedral de Santiago de Compostela. Este lugar se convirtió progresivamente en un centro de peregrinación de toda Europa, buscando la gracia del perdón de todos los pecados de la vida, la indulgencia plenaria. El largo recorrido que se hacía para llegar, desde tantos lugares de toda Europa, principalmente pasaba por Francia. A lo largo del camino se empezaron a edificar hostales, hospitales, mercados, etc. para ayudar a los peregrinos que hacían el viaje.
Santiago es lugar de peregrinación y encuentro entre personas y pueblos que, a través de los siglos, se ha convertido en símbolo de fe y fraternidad, y vertebrador de una conciencia europea. Hoy recibe la visita de más de 300.000 peregrinos al año, venidos de todo el mundo. El Camino catalán de Santiago, que transcurre por nuestras tierras, no es un único camino, sino que tiene diversas variantes, una de las cuales entra por la Cerdanya y La Seu d’Urgell, y se dirige a tierras aragonesas, pasando por Montserrat.
«¡Joven, levántate y sé testigo!» es el lema de este encuentro europeo (PEJ) y “debe significar una nueva gracia de Dios, que nos ofrece la posibilidad de ponernos en camino, de saber que en este andar nunca estamos solos, que somos acompañados. Seguir un proceso de esperanza, abierto a nuevos retos, que nos ayude a encontrarnos con nosotros mismos, con nuestros hermanos y, por tanto, con Dios. Y claro, a comprometernos con nuestra sociedad, cada uno en su realidad concreta”, ésta es la invitación que reciben los jóvenes europeos este agosto de 2022.
31 de julio