Nos dice el Evangelio: «¡No temáis!
Os anuncio una buena noticia que será de gran alegría
para todo el pueblo:
Hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador,
el Mesías, el Señor.
Y aquí tenéis la señal:
Encontraréis un Niño envuelto en pañales, y acostado en un pesebre». (Lc 2,10-12)
La Navidad ya está muy cercana.
¡Os deseo unas dichosas fiestas de Navidad a todos!
Que Dios os llene de los dones de la paz y de la alegría,
para que los podamos compartir en nuestro mundo.
El Nacimiento del Hijo de Dios en Belén nos revela
el gran don de la misericordia divina para la humanidad
y nos anima a un renovado compromiso
de servicio y de amor hacia todos.
El Papa Francisco nos dice,
en un reciente documento sobre el Pesebre (Admirabile signum),
que la escenificación del nacimiento de Jesús
surge de las páginas de la Sagrada Escritura
para invitar a los hombres
a ponerse en camino atraídos por Cristo,
que «se ha hecho hombre para encontrar a cada hombre».
«El pesebre habla del amor de Dios, de su ternura,
el Dios que se ha hecho Niño
para decirnos que está cerca de todo ser humano,
sea cual sea su condición».
Cerca para consolarnos y para salvarnos.
Disfrutemos del gozo de ser hijos de Dios
y hermanos unos de otros, en Jesucristo.
¡A todos, un recuerdo lleno de amistad,
con mis mejores deseos
de unas Santas y Gozosa fiestas de Navidad!
Con mi bendición para vuestras familias,
+Joan-Enric Vives,
Arzobispo de Urgell
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